Una verdadera vergüenza es lo que terminó viviendo Olimpia en el amistoso ante Boca Juniors, que terminó igualado 2-2 gracias a la pésima actuación del árbitro argentino Fernando Espinoza. Este inventó un penal (mano inexistente de Rolín) a favor del conjunto local cuando el juego estaba finalizando. El penal fue atajado, pero repetido por el juez, lo que ocasionó el enojo de los franjeados.
Tras ese inicio frenético, las acciones se fueron volcando a favor de los locales, que utilizaron bien ambos costados para generar un par de ocasiones de gol, en este caso bien abortadas por Centurión.
pisó mejor. La diferencia de ritmo se hizo notoria de mitad de cancha hacia adelante. La presión colectiva forzó a que Olimpia pierda rápido la pelota, no aparecían con claridad Mendieta, Cáceres o Mendoza. El que sí estuvo encendido fue Julián, quien por su lado complicó siempre al rival.
Cuando cayó la presión de Boca, Olimpia comenzó a ganar terreno en el medio sector. Cáceres y Mendieta se sumaron a Julián para generar juego. Morales hizo un buen trabajo como referente ofensivo y Boca empezó a sufrir. Un golazo de tiro libre de Mendieta bajó el telón de un primer tiempo que terminó con un Olimpia levemente superior.
respondió. En la complementaria ambos conjuntos realizaron un par de variantes y con ellas vale destacar que el conjunto dirigido por Fernando Jubero (quien fue expulsado) mostró equilibrio.
Es más, hasta contó con más chances para ampliar el marcador y pudo haberse quedado con la victoria, si no fuera por la mano arbitral./UH.