Las comunidades indígenas del Chaco viven en una situación extrema debido a la sequía, los incendios y la falta de asistencia. Pobladores reportan enfermedades por consumo de agua turbia mezclada con barro.
Hace nueve meses que no llueve en la comunidad El Estribo, del distrito de Teniente Irala Fernández, Presidente Hayes, y la poca agua que reposa en la tierra no es suficiente y además enferma a la población indígena.
Lina López, integrante de la articulación Mujeres Indígenas del Paraguay, comentó que el humo de los incendios forestales que se registran en el Chaco les afecta en la salud ocasionándoles principalmente cuadros respiratorios.
Esto agravó la situación que ya estaba sobrellevando la comunidad ante el abandono del Estado. López habló especialmente de la aldea Palo Santo, una de las 11 que conforman El Estribo.
En esa zona llegaron apenas dos kilos de víveres por familia, en un contexto en el que no hay trabajo para tener ingresos y ante una falta de agua que lleva a la comunidad a recurrir prácticamente a un lodazal.
“A las criaturas les da diarrea y vómito porque tomamos el agua como chocolate”, lamentó López.
En Palo Santo hay nueve aljibes, pero siguen vacíos porque no llegan los camiones cisterna de emergencia.
La Municipalidad de Teniente Irala Fernández y la Gobernación de Presidente Hayes no escuchan los reclamos ni dan respuesta a los cierres de ruta que tuvieron que organizar los afectados para llamar la atención de las autoridades.
López comentó que incluso falleció un bebé de siete meses por las condiciones insalubres de la comunidad.
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