Las estimaciones de los gremios de la producción respecto al efecto del shock climático en el sector primario de la economía, en el escenario intermedio y en el peor de los casos, indican una merma de ingresos este año, por lo que presionaría a un alza de los precios locales, lo que se trasladaría a una mayor inflación (encarecimiento de los productos de la canasta familiar).
Así señala el análisis realizado por la consultora Mentu, con base en las reacciones y opiniones de los principales gremios del país respecto a la sequía que está azotando al territorio nacional y que ya empieza a generar pérdidas en los cultivos.
La sequía que está afectando a la región tendrá sus repercusiones en la campaña agrícola actual, especialmente en los cultivos de soja, según afirman representantes del sector, dado que el rendimiento estaría por debajo de los 2.000 kg/Há, punto mínimo para que los productores puedan cubrir todos sus compromisos.
Desde la Asociación de Productores de Soja, Oleaginosas y Cereales del Paraguay (APS) estiman que las mermas en la producción de soja por la escasez de lluvias llegaría en torno al 50% en algunas regiones, por lo que la producción sería de unas 7 millones de toneladas de granos, 3 millones por debajo de la estimación inicial, lo cual podría agravarse de continuar la sequía los próximos meses.
Menores ingresos
Con este nuevo escenario, la Unión de Gremios de la Producción (UGP), la Capeco, la Fecoprod y otros gremios estiman que los ingresos que van a dejar de percibirse oscilarían entre US$ 1.320 millones y US$ 2.304 millones en el peor de los casos. Esto significaría un menor ingreso de divisas y presiones al alza del tipo de cambio, y con ello a la inflación, según el análisis de la consultora.
Tras la presentación de los escenarios en el campo, sobre el efecto de la sequía, por parte, los gremios de productores, que hablan de una menor producción por el impacto climático. Al respecto, el analista económico Pablo Herken indica que en el peor escenario no se cosecharán 10.545.000 toneladas, sino solamente 5.970.900 toneladas.
“Esto representa una caída del 52% respecto a lo que se estimaba inicialmente y supone una pérdida de 2.304 millones de dólares, aproximadamente, al tener en cuenta el precio internacional de la soja en la actualidad. Lo que pasa es que baja el rendimiento, en el escenario extremo se maneja un rendimiento de 1.367 kilos por hectárea, cuando en el anterior se manejaba 2.850 kilos por hectárea”, explicó.
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