El agresor fue abatido por los funcionarios de seguridad. Era considerado como “una amenaza conocida para el país” y se encontraba bajo vigilancia desde 2016.
La Policía de Nueva Zelanda abatió a un terrorista que hirió a seis personas en un supermercado de la localidad de Auckland, según confirmaron las autoridades locales.
El atacante, un ciudadano de Sri Lanka, llevaba bajo vigilancia policial desde 2016 y era “una amenaza conocida para el país”, según informó la primera ministra, Jacinda Ardern, durante una rueda de prensa.
“Lo que ha sucedido hoy es despreciable, odioso (…). No ha sido perpetrado por una creencia, sino por un individuo”, enfatizó la mandataria, que se ha referido al atacante como un “extremista violento”.
Según el comisario de policía Andrew Costner, el individuo consiguió un cuchillo en una de las tiendas del supermercado y lo utilizó para atacar a los clientes.
Costner aseguró también que el hombre estaba siendo vigilado por agentes de policía, que se encontraban en la zona cuando comenzó el ataque.
Los servicios de emergencia confirmaron que seis personas resultaron heridas por el atacante. Tres de ellas se encuentran en estado crítico y una en estado grave.
Según informó la agencia de noticias alemana DPA, cinco personas fueron apuñaladas en otro supermercado de la misma cadena en mayo.
La directora general de seguridad de la cadena de supermercados, Kiri Hannifin, lamentó en un comunicado que “de nuevo, nos sentimos abatidos sabiendo lo que nuestro equipo y clientes han tenido que vivir”
El hecho se registró en una de las ciudades que mantiene el confinamiento de sus ciudadanos debido a los altos índices de la pandemia.
Esta semana la Policía de Nueva Zelanda arrestó a 19 personas que participaron en diferentes protestas en todo el país para expresar su rechazo contra el confinamiento impuesto por un brote de COVID-19 desde el pasado 17 de agosto.
La Policía disolvió la decena de concentraciones que se celebraron frente a los edificios gubernamentales en diversas localidades de Nueva Zelanda, incluyendo a la ciudad de Auckland, epicentro del brote de COVID-19 y en donde se reportaron este martes 49 infecciones locales.
“Si bien las protestas son una característica de una democracia que funciona bien, la Policía tiene una tolerancia muy baja frente a cualquier persona que ignora deliberadamente las restricciones en esta situación actual”, según el comunicado de la Policía de Nueva Zelanda.
Las detenciones se produjeron por violar las restricciones de movilidad y reunión impuestas para frenar el COVID-19, explicó la Policía.
Las manifestaciones se realizan en el último día de confinamiento de casi todo país, a excepción de los más de 1,6 millones de habitantes de Auckland que deberán permanecer por dos semanas más bajo el nivel 4, el máximo, de restricción social por el brote de COVID-19.
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