Un testigo relató los momentos de terror que vivió durante todo el tiempo que duró el asalto a un camión transportador, ayer en horas de la noche en General Delgado, departamento de Itapúa.

Jorge Vázquez, uno de los testigos, relató que se encontraba detrás del blindado, rumbo a Encarnación con una amiga, cuando un hombre encapuchado con pasamontañas bajó de un vehículo, se acercó y lo encañonó con un arma de fuego, exigiéndole que se ponga al costado de la ruta.

“Detuvieron todo el tránsito efectuando disparos al aire, además de disparar contra el camión transportador. Nos quedamos con mi amiga en la banquina, vimos un tajamar y nos tiramos ahí para refugiarnos. Estuvimos escondidos, tirados en el suelo boca abajo entre el agua y el barro”, contó el entrevistado en diálogo con la 1080 AM, detallando que fueron aproximadamente entre seis a ocho los delincuentes que perpetraron el atraco de película.

Minutos después, dijo que uno de los criminales se les acercó apuntándoles con un arma, exigiéndoles que les entregue la llave del vehículo. “Mi amiga me dice que le dé (la llave) o me mata. Le pido que no haga nada y le entrego sin mirarle el rostro. Lo primero que hizo el encapuchado es verificar si mi camioneta tenía cámara”, mencionó.

No obstante, Vázquez relató que el delincuente no utilizó el rodado porque en ese momento comenzaron a explosionar el camión transportador, luego los trabajadores de Prosegur se entregaron. En eso, uno de los bandidos se les acercó y les dijo que vayan lejos del lugar, ya que iban a detonar el blindado.

Acotó que uno de los guardias del transportador de caudales llegó llorando hasta ellos, con la cabeza rota a causa de la explosión. “Nos contó que la explosión le tiró hacia atrás y así se rompió la cabeza, luego nos pidió agua y llorando se arrodilló dando gracias a Dios por estar vivo«.

Una vez que los delincuentes se dieron a la fuga con dirección a Encarnación, indicó que continuaron tendidos en el suelo porque los cartuchos seguían estallando en el lugar. Refirió que al menos se efectuaron 100 balazos en el lugar. “Entre la huida y retirarnos del lugar todo duró 40 minutos”, agregó.

Por último, manifestó que el asaltante abatido hablaba en portugués, mientras que el que le exigió la llave del móvil lo hizo en español y en guaraní normal.

“La primera balacera antes de la explosión, habrá durado 20 minutos aproximadamente. Estaba totalmente shockeado, me contacté con mi familia para despedirme, pensé que iba a morir ahí porque el encapuchado nos buscaba. Pasó por mi mente que nos llevarían de rehenes y luego nos mataban”, puntualizó.

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