Este viernes arribaron al Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi las 316.800 vacunas anticovid de AstraZeneca y 107.000 de Sputnik V, de las cuales, 105.000 corresponden al componente uno, y 2.000 al componente dos, para proseguir con el Plan Nacional de Vacunación contra el Covid-19.
Las dosis de AstraZeneca forman parte de un millón de biológicos donados por España a nuestro país, y que fueron llegando en tandas; mientras que las Sputnik V son las adquiridas por el Estado paraguayo, y que ingresarán en cuarentena y serán remitidas a la cámara frigorífica del Centro Nacional de Vacunas en el predio del Programa Ampliado de Inmunizaciones donde serán inspeccionadas por el personal de Dinavisa.
Recibieron el cargamento las autoridades de los ministerios de Relaciones Exteriores, y Salud Pública y Bienestar Social, encabezados por el vicecanciller, Marcelo Scappini; la viceministra de Vigilancia y Rectoría de la Salud, doctora Sosa; el director del Programa Ampliado de Inmunizaciones, Héctor Castro; la directora nacional de Vigilancia Sanitaria, María Antonieta Gamarra. Así como la embajadora del Reino de España en Paraguay, Carmen Castiella; y el representante de la Unión Europea en el país, Javier García.
Tras el arribo, la doctora Sosa explicó que Dinavisa recibió del Fondo Ruso de Inversiones, toda la documentación pertinente que corresponde a la provisión de la vacuna Sputnik V, posteriormente se hará el cotejo de cada lote y caja para evaluar y certificar que realmente corresponda a la carga.
Indicó que la cartera sanitaria comunicará cuando concluya la tarea de inspección para liberar el lote de vacunas, y si corresponde iniciar la distribución a las regiones sanitarias.
En cuanto al tiempo que demorará la inspección, la doctora Garrarra señaló que dependerá de los resultados de la documentación, que coincida con los lotes que llegaron.
“Lleva un proceso de horas y días a veces, pero no va a ser muy largo, solo estamos cumpliendo con nuestro trabajo para dar seguridad a la ciudadanía de que estas vacunas serán inoculadas ni bien sean liberadas”, afirmó.
Manifestó que en base al procedimiento sanitario de los biológicos que llegan a suelo paraguayo, sea cual fuere su origen, primero va a cuarentena y luego de que se revise el protocolo como la cadena de frío, la documentación, los controles y las especificaciones técnicas, se liberan los lotes.
“Solo que dada esta situación por la comunicación de la Organización Mundial de la Salud se podrá medir la trazabilidad con la documentación recibida”, aseveró la profesional.
Por su parte, el doctor Castro, mencionó que los anteriores lotes de Sputnik V que llegaron al país fueron distribuidos a las regiones sanitarias, y con ello, desde el lunes se cumplirá la aplicación de la primera dosis a jóvenes de 20 a 29 años.
En tanto, para la aplicación de la segunda dosis, hasta el momento podrán inocularse todos aquellos que recibieron el primer componente hasta el 12 de junio pasado.
“Seguimos manteniendo esta fecha hasta conocer el resultado de la inspección que hace Dinavisa”, remarcó.
Durante la recepción de los biológicos, el vicecanciller Scappini agradeció al Reino de España la donación a Paraguay, y que ambas naciones comparten valores de larga data, que son “muy relevantes y que están relacionados a la vida y a la salud”, vinculados al acceso universal a las vacunas, consideradas como un bien público, al cual debemos tener acceso los países sin restricciones.
A su turno, la embajadora Castiella dijo que esta donación es una expresión de la solidaridad de España con el pueblo paraguayo y que refleja la voluntad y fiabilidad de su país en cumplir con su palabra.
Comentó que el presidente español hizo el anuncio en la Cumbre Iberoamericana de abril pasado, sobre la donación de 7.500.000 de vacunas a América Latina y el Caribe, de ellos, un millón son destinados a Paraguay, “un país hermano al que ha querido prestar una muy particular atención”, añadió.
Instó a la población paraguaya a vacunarse y que no duden en hacerlo, a fin de protegerse a sí mismos y a los seres querido, como un ejercicio de responsabilidad cívica para tratar de reducir el espacio que dispone el virus para mutar, y que constituirá en la salida de la pandemia.