El Gobierno permite la entrada de solo 600 personas por día al país. Alberto Fernández cancela su asistencia a un foro en Francia por las nuevas restricciones.
Argentina se encerró este lunes aún más en sí misma para combatir la pandemia de covid-19, que ya ha causado más de 92.000 muertos en el país suramericano. Con el turismo internacional prohibido desde diciembre, el Gobierno de Alberto Fernández decidió también reducir al mínimo la entrada de argentinos o residentes desde el exterior. Entre este lunes y al menos hasta el próximo 9 de julio, sólo pueden ingresar 600 viajeros por día al país, lo que ha dejado a miles de argentinos fuera de sus fronteras. Con esta medida drástica, el Ejecutivo busca retrasar la circulación de la contagiosa variante delta, que se ha expandido con rapidez por Europa y ha obligado a varios países a frenar su desescalada.
La ministra de Salud argentina, Carla Vizzotti, defendió el viernes el aumento de los controles para la entrada al país debido al alto incumplimiento de la cuarentena obligatoria detectado entre quienes regresan al país. Según el Gobierno, cuatro de cada diez viajeros no cumplen con la semana de aislamiento obligatoria en su domicilio y con el tercer test de covid-19 exigido para volver a salir a la calle. La semana pasada, las autoridades anunciaron que iniciarían 287 denuncias penales contra personas que habían infringido la cuarentena.
Antes de irse de Argentina, los pasajeros firman una declaración jurada en el que aceptan y asumen las “consecuencias sanitarias, legales y económicas derivadas” de su salida del país y del eventual reingreso en el mismo, así como el pago de una prueba de covid-19 a su llegada al aeropuerto y de su estadía en algún alojamiento designado por el Gobierno en caso de dar positivo. “Los que fueron de vacaciones van a tener que volver lamentablemente un poquito más tarde, pero es preferible a que tengamos que suspender las clases por un brote”, sostuvo la titular de la Dirección Nacional de Migraciones, Florencia Carignano, en declaraciones a radio La Red.
“Si no cerrábamos, en dos semanas teníamos un colapso sanitario”, advirtió Carignano. El sistema de salud de Argentina enfrenta desde hace un par de meses la segunda ola, más virulenta que la primera. Este lunes, se registraron 18.389 contagios y 576 muertes por coronavirus.
Vuelos cancelados
A lo largo de la primera jornada con las nuevas restricciones aterrizaron sólo tres vuelos internacionales —procedentes de Miami, Barcelona y Bogotá— en Ezeiza, el principal aeropuerto de Argentina, situado a las afueras de Buenos Aires. Aerolíneas Argentinas, la compañía de bandera del país, ha cancelado 59 de los 90 vuelos que tenía programados hasta el 11 de julio.
La Cámara de Compañías Aéreas en Argentina ha denunciado que las nuevas medidas suponen un “virtual cierre de fronteras” sin parangón en la región y afectan aún más a las compañías que operan en el país, cerrado a los turistas extranjeros desde hace más de medio año. La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) ha pedido una reunión urgente al Gobierno argentino al advertir que “la nueva reducción de 70% en el número de pasajeros internacionales que pueden llegar diariamente al país, obliga a las aerolíneas a dejar en el extranjero a miles de pasajeros, principalmente ciudadanos y residentes argentinos, sin que ellos tengan la culpa”, según Peter Cerdá, vicepresidente regional de IATA para las Américas. De acuerdo a datos citados por medios locales, cerca de 45.000 personas podrían verse afectadas por la reprogramación y cancelación de vuelos para las próximas semanas.
Alberto Fernández decidió cancelar este lunes su viaje a París para participar en Foro Generación Igualdad para respetar las restricciones aéreas impuestas por su Gobierno. En una carta enviada a su par francés, Emmanuel Macron, Fernández justifica su decisión de permanecer en Argentina debido a que en las últimas semanas la situación sanitaria en Argentina y en América del Sur se ha visto perjudicada por una nueva ola que afecta “aún más la vida política, económica y social” de la sociedad, “a pesar de la intensa campaña de vacunación y de las medidas sanitarias adoptadas”.
“Estas medidas fueron fuertemente reforzadas en los últimos días y muy especialmente en materia de viajes al exterior debiendo imponer un límite de 600 personas por día autorizadas de viajar”, destacó Fernández en la misiva. “Este agravamiento de la situación sanitaria me obliga a acompañar el esfuerzo de mi pueblo en el marco del respeto conjunto de las normas preventivas establecidas esperando una pronta mejora de la coyuntura actual”, concluyó tras agradecer el apoyo del Gobierno francés a Argentina.