Profesionales de la salud instan a extremar los cuidados en los niños y recién nacidos ante la llegada del frío y los virus estacionales, entre ellos el Virus Sincitial Respiratorio (VSR), uno de los más comunes durante esta temporada.

La llegada del otoño, que trae consigo temperaturas más bajas y mayor humedad, es la antesala ideal de los virus y propicia la aparición de enfermedades que afectan las vías respiratorias.

Una de las más comunes es el virus sincitial respiratorio (VSR), un microbio que causa infecciones en los pulmones y en las vías respiratorias, mayoritariamente en los bebés y niños pequeños.

Por lo general, causa síntomas leves parecidos al resfriado, pero puede provocar infecciones pulmonares graves, especialmente en bebés, niños con antecedentes de prematurez, bebés con comorbilidad, en especial con patologías cardiovasculares, displasia broncopulmonar, inmunodeprimidos, síndromes de Down.

Esta enfermedad puede desencadenar en neumonías y bronquiolitis potencialmente mortales en menores de 6 meses de edad con comorbilidades. Debido a esta vulnerabilidad, se pide tener especial cuidado en este grupo poblacional.

“Instamos a todos los padres y cuidadores a que insistan en la correcta aplicación de medidas para prevenir cualquier tipo de enfermedades respiratorias, incluyendo el lavado de manos, ya que el virus se disemina a través de diminutas gotitas que van al aire cuando una persona enferma se suena la nariz, tose o estornuda”, comentó la doctora María Esther Gómez, pediatra neonatóloga del Hospital Nacional de Itauguá.

El periodo de incubación se da en un rango de 2 a 8 días y el contagio va entre 3 a 8 días, sin embargo, en lactantes pequeños se podría prolongar hasta dos o tres semanas.

Los síntomas pueden variar según la edad. En los niños mayores casi siempre son moderados y seudogripales como tos, congestión nasal o fiebre baja. En cambio, los bebés menores de 1 año pueden tener síntomas más graves y, con frecuencia, son los que tienen la mayor dificultad para respirar o disnea, aleteo nasal, sonido de chiflidos e incluso coloración cutánea azulada debido a la falta de oxígeno.

La recomendación es evitar el contacto cercano con personas enfermas, lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón, por lo menos por 20 segundos, además de limitar el tiempo que pasan en la guardería u otros entornos potencialmente contagiosos durante los periodos altos de VSR, teniendo en cuenta que los niños que asisten a centros de cuidado infantil o tienen hermanos que van a la escuela tienen mayor riesgo de exposición y re infecciones.

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