Las autoridades de la ciudad de Río de Janeiro (sureste de Brasil) movilizaron a más de 2.000 policías para brindar seguridad durante las celebraciones de Año Nuevo en la famosa playa de Copacabana, donde unas 3 millones de personas asistirán a los tradicionales fuegos de artificio.
En total, se desplegarán cerca de 15.000 agentes de seguridad en todo el estado de Río, informó la policía. El número de agentes presentes en Copacabana, en la turística zona sur carioca, será ligeramente superior al del año pasado: 2.049, en comparación con 1.941 desplegados el 31 de diciembre de 2018.
“Este año esperamos superar los 2,8 millones de personas en la playa de Copacabana. Los hoteles están llenos en un 90%”, dijo el gobernador de Río, Wilson Witzel, la semana pasada.
El ayuntamiento anunció la instalación de siete pantallas gigantes a lo largo de la playa para que el público pueda asistir a los conciertos, que se llevarán a cabo sobre todo en un gran escenario frente al famoso hotel Copacabana Palace.
Los organizadores también instalaron 800 baños móviles y cuatro dispensarios. Los fuegos artificiales prometen ser, como siempre, espectaculares: serán lanzados 16,9 toneladas desde diez embarcaciones en el mar, a varias decenas de metros de la arena, para un espectáculo de 14 minutos.
El municipio también ha movilizado a 120 recolectores de basura para la clasificación selectiva de los desechos que quedan en la playa. El año pasado, se recogieron 385 toneladas de basura de la arena. // La Nación