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Dejó la escuela cuando apenas había culminado el quinto grado en 1975, tenía que ayudar a generar dinero en la casa porque su papá estaba enfermo. Vivía en Puerto Pinazco con su familia. Hoy tiene 55 años y acaba de recibir su título de bachiller, acompañado de sus tres hijas y su esposa. «La edad no es una barrera para estudiar», asegura Damacio Aquino.

A pesar de haber pasado por una juventud difícil, debiendo trabajar mientras los demás jóvenes de su edad estudiaban, nunca perdió la esperanza de retomar sus estudios algún día.

Los años pasaron, formó una familia con su esposa Nieves, que lo apoya en todos sus emprendimientos, según comenta. Se asentaron en la ciudad de San Lorenzo, donde nacieron sus tres hijas, Adelaida, Sandra y Gisselle.

Desde hace 15 años trabaja en una empresa metalúrgica que le dio la oportunidad de retomar sus estudios. «Cuando en la empresa nos dijeron que podíamos estudiar y que ellos corrían con todos los gastos supe que mi sueño podía convertirse en realidad, aunque también sabía que serían tiempos difíciles», recuerda Kiko, como lo llaman sus amigos.

Todos los días sale de su casa a las 04.00 para ir a trabajar y regresa en horas de la noche; desde que comenzó a estudiar, los sábados eran de clases, ya que las mismas eran impartidas en la empresa, con docentes que se convirtieron en verdaderos guías, según el destacado alumno.

«De lunes a viernes volvía del trabajo de noche, mi esposa ya me esperaba con la cena y mis hijas con las tareas y trabajos prácticos, porque eran ellas las que me enseñaban, me ayudaban para que cada sábado pueda tener mis cuadernos en orden, mis tareas terminadas», señala.

También comentó que cada una de sus tres hijas se encargaba de una materia diferente para hacer de profesora de su papá, de esa manera, en medio de sus estudios y trabajos siempre tenían tiempo de ayudar con las 14 asignaturas.

Damacio Aquino se convirtió en el ejemplo de sus hijas, que también siguen estudiando, la mayor está por recibir el título de Criminalística, mientras que la del medio estudia periodismo deportivo y la menor aspira a ser veterinaria.

El mejor alumno de su promoción y que se desempeña como pantógrafo en la empresa metalúrgica L’acerie ya está presto para iniciar el 2017 estudiando una tecnicatura, comentó.Consejo. Insta a las personas que por algún motivo dejaron sus estudios a que no tengan en cuenta la edad y retomen la ruta del estudio. «No hay barreras para el conocimiento, no hay que pensar en la edad. Yo me levanto todos los días a las 03.40, pero siempre encuentro tiempo para estudiar y hacer mis tareas, también para estar con mi familia. Es sacrificado, pero hoy salí mejor alumno y es un orgullo que lo comparto con mi familia», finalizó./ Última Hora