Para Alexa, la joven que denunció al sacerdote Silvestre Olmedo por acoso sexual, es muy penoso que la Iglesia no esté preparada para tratar casos como el que tuvo que soportar y que incluso encubra a los curas involucrados en estos hechos.

El sacerdote Silvestre Olmedo fue denunciado por la joven Alexa, que participaba en la Parroquia San José de Limpio, en grupos juveniles, ante autoridades civiles y eclesiásticas. La mujer denunció que el religioso supuestamente la manoseó aprovechándose de la confianza que ella le tenía.

El sacerdote Silvestre Olmedo fue denunciado por la joven Alexa, que participaba en la Parroquia San José de Limpio, en grupos juveniles, ante autoridades civiles y eclesiásticas. La mujer denunció que el religioso supuestamente la manoseó aprovechándose de la confianza que ella le tenía.

“No me arrepiento de llegar al ámbito judicial y de hasta donde llegué, lo denuncié también en el ámbito eclesial. La verdad que estaba confiada en que iba a ser algo positivo, pero también se me pasó por la cabeza que la Justicia paraguaya a veces es muy injusta”, refirió.

Alexa comentó que se alejó de la Iglesia tras el hecho, al igual que de la doctrina católica. Además, dijo que desde que le ocurrió eso, lleva un tratamiento sicológico hasta la fecha.

Recién este lunes, luego de cuatro años, el sacerdote enfrentó un juicio oral por la denuncia por acoso sexual, pero del que finalmente salió absuelto.

El Tribunal de Sentencia de San Lorenzo, integrado por los jueces Leticia De Gásperi, Dina Marchuk y Hugo Segovia, absolvió al religioso.

Los últimos dos magistrados hicieron hincapié en que era necesario que se configure una relación de jerarquía entre el acosador y la víctima y en este caso esto no se daba.

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