Algunas zonas recibieron en uno o dos días el equivalente a la lluvia de dos meses. El agua arrasó con caminos y casas, arrastró vehículos e interrumpió el servicio de trenes. En Alemania las víctimas llegaron a 42, mientras que en Bélgica solo se registraron 4 hasta el momento.
Al menos 34 personas murieron y decenas continúan desaparecidas como consecuencia de las fuertes tormentas y las lluvias torrenciales que afectaron en las últimas horas al oeste de Alemania y Bélgica como consecuencia de las fuertes precipitaciones que provocaron graves perturbaciones en algunas provincias, incluido el cierre de carreteras y la interrupción del transporte ferroviario.
Unos fuertes aguaceros que se prolongaron durante horas causaron una situación dramática en los países, donde hay poblaciones inundadas, vías bloqueadas y un dique de una represa que tuvieron que ser reforzado por el peligro de que se rompa por la presión del agua.
En Alemania, el temporal afectó sobre todo a los estados de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado del país, y de Renania-Palatinado.
Las autoridades municipales de Ahrweiler, en el estado federado de Renania-Palatinado, confirmaron la muerte de cuatro personas y la desaparición de otras 30. También perdieron la vida dos bomberos que trabajaban en las tareas de rescate.
En este municipio las lluvias provocaron el derrumbe de al menos seis edificios, mientras que otros veinte se encuentran en estado inestable.
En la ciudad de Hagen, en cuyas calles las aguas llegan hasta la cadera, según testigos, se interrumpieron preventivamente el servicio de electricidad para evitar cortocircuitos.
El primer ministro de Renania del Norte-Westfalia y candidato a la sucesión de Angela Merkel en la cancillería, Armin Laschet, visitará hoy Hagen.
En esa ciudad una residencia de ancianos tuvo que ser evacuada después de que se inundase la primera planta.
En Düsseldorf, el barrio de Grafenberg tuvo que ser evacuado y una autopista está bloqueada después de que un túnel se inundará. El transporte ferroviario en la región también se vio afectado.
En Colonia, el Rin se desbordó e inundó parte del barrio de Deutz.
El ministro de Interior de Renania del Norte-Westfalia, Herbert Reul, calificó la situación de “extremadamente difícil”.
Desde el martes hay un dispositivo de equipos de rescate en el que han participado 3.900 personas que han tenido que intervenir en distintos lugares en cerca de 2.000 ocasiones.
Por su parte en Bélgica, la zona más afectada es la región de Valonia, y en particular las provincias de Lieja (este del país) y Luxemburgo (sur). Dos de los fallecimientos tuvieron lugar en las localidades de Eupen y Aywaille, ambas en Lieja, según confirmaron autoridades locales, informó el diario Le Soir.
El Instituto Real de Meteorología de Bélgica puso a Lieja en código rojo. El agua cubrió tramos de varias autopistas importantes y el tráfico ferroviario del sur y el este de Bélgica quedó paralizado. El servicio de trenes señaló que era “muy improbable” encontrar un transporte alternativo.
En Spa (Lieja), destino turístico nacional conocido por sus aguas termales, el centro de la ciudad se encuentra totalmente inundado, al igual que Rochefort, en Namur, mientras que una decena de casas se perdieron hundidas en Pepinster (Lieja).
Los habitantes de distintas localidades valonas tuvieron que ser evacuados, así como cientos de jóvenes que se encontraban en campamentos de verano.
Las autoridades belgas pidieron a la población de las zonas más afectadas, sobre todo de Lieja y de la provincia de Luxemburgo, en el sur, mucha prudencia y que evitar todo desplazamiento no esencial.
También en Luxemburgo las precipitaciones provocaron graves perturbaciones que fueron evaluadas esta mañana en una reunión de la célula de crisis del país.
Aunque la situación meteorológica se calmó en las últimas horas, este jueves persiste el riesgo de un aumento del nivel de las aguas, informó el Ministerio de Interior de Luxemburgo en un comunicado, que recomienda a la población que se mantenga “vigilante” y que evite exponerse a peligros.
Las precipitaciones más intensas de lo normal también causaron inundaciones en el nordeste de Francia esta semana.
Algunas zonas recibieron en uno o dos días el equivalente a la lluvia de dos meses, según el servicio meteorológico francés. Con la tierra ya saturada, la agencia esperaba más aguaceros el jueves y activó alertas por inundación en 10 regiones.
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