Doña Petrona, una abuelita de 109 años, beneficiaria indiscutible de la vacuna antiCovid, decidió ceder su lugar para que algún joven pueda vacunarse en vez de ella. La doña es del barrio Tape Guazú, del distrito de San Juan Bautista y goza de buena salud.

Doña Petrona, vivió en carne propia lo que todos aprendimos en los libros de historia (con 109 años dos pandemias a cuestas), decidió ceder su lugar para que algún joven pueda vacunarse contra el Covid.

«Che ya che guiguîma, 109 años ma areko, mba’e pio che rehe oma’eravéta hikuái, aime porã nio che. Pe vacuna oikotevêve umi mitãrusukuéra ojeprotehe hagua ko mba’asy vaígui. Che ya aikóma heta ha aikovéta voi hetave (esta vacuna necesitan más los jóvenes para protegerse de esta enfermedad. Yo ya viví mucho y voy a vivir aún más también)”, sostuvo.

Doña Petrona pertenece a la generación que no deja de despertar admiración: vivió las dos grandes pandemias de los últimos siglos: la de la gripe española de 1918 a 1920, y ahora la del coronavirus. “Tenía 6 años cuando eso. Ñaganáta ko mba’e vai la otra vez guaréicha”, sentenció.

Precisamente, de aquella pandemia de la gripe española, la abuelita recuerda cómo, tanto ella como su familia, se protegían con un remedio casero. Y hoy, a más de un siglo de aquel suceso, utiliza ese mismo método para prevenir este virus, según señala el medio Cónica.

 “Preparo un puño de la planta tembetary hû pire (corteza de la quina), lo mezclo en un litro de caña blanca y un cuarto de miel de abeja. Lo coloco en un frasco y lo hago reposar dos días. Y eso tomo 10 ml en ayunas todos los días”, explicó la abuelita.