No usa anteojos, escucha bien y camina solo. Asegura que la leche es el secreto de su larga vida: toma de mañana, siesta y noche.
Don Julio Giménez, celebró 105 años de vida, y sorprendió a muchos su lucidez y energía, pues llegó caminando al festejo que le prepararon sus 150 descendientes.
El cumpleañero es oriundo de Rosario Loma, distrito de San Pedro de Ycuamandyyú, el único veterano de la localidad, por lo que es muy mimado por todos los lugareños.
“Es un orgullo tenerlo aún con vida, como siempre digo, es una reliquia viviente mi abuelo”, dijo Gustavo Giménez, uno de los 45 nietos que tiene don Julio.
El Hombre trabajó en la chacra hasta los 90 años. “Para él siempre fue un hobby ir a la chacra, siempre fue muy guapo, pero así también se alimentaba bien, hasta ahora. Locro y poroto sí o sí debe comer en la semana”, contó el nieto.
Don Julio asegura que el secreto de su longevidad se debe a la leche de vaca. “Él a la mañana toma leche, luego después de la comida toma leche como postre y su cena es una vaso de leche otra vez, pero con canela y anís”, manifestó Gustavo.
Los domingos acostumbra comer tallarín en vez de asado y antes ni tomaba gaseosa. “Caña tomaba mucho, pero no le hacía mal porque se alimentaba bien”, sostuvo el nieto. El hombre tuvo 9 hijos: Antonio, Aparicio, Virgilio (fallecido), Pedro, Silvio (fallecido), Ginalda, Elsa, Liduvina y Deidamia Giménez, quienes le regalaron 45 nietos. Actualmente tiene 85 bisnietos y 11 tataranietos que le prepararon la farra, con asado, ensalada y sopa. La prole alcanza a 150.
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