La Cámara de Diputados, que ya dio media sanción al proyecto que deroga el convenio de apoyo a la educación con la Unión Europea (UE), se ratificó este miércoles tras un amplio pronunciamiento con 68 votos a favor, 6 en contra y una abstención. Ahora el documento pasa al Senado, para cerrar con su circuito en el Congreso Nacional.

El proyecto de ley que deroga la vigencia de la ley 6659/20 que aprueba el convenio de financiación entre la Unión Europea y Paraguay para el programa de apoyo del sistema educativo fue aprobado por la Cámara de Diputados.

La iniciativa de ley pasa ahora para su estudio en la Cámara de Senadores.

La plenaria se ratificó en su posición esta jornada. A finales del año pasado, le dio media sanción al documento de derogación en plena época de campaña por las elecciones.

En una audiencia pública realizada el año pasado autoridades, grupos de padres y representantes de la sociedad civil pidieron dejar sin efecto la normativa, pese a que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) aseguró que dichos fondos no se utilizan para el Plan Nacional de Transformación Educativa (PNTE).

El citado plan es resistido por sectores de la sociedad por supuestamente abrir las puertas a la incorporación de la ideología de género en los contenidos educativos; esto considerando conceptos y ejes transversales incluidos en el acuerdo, como los denominados “enfoque de derecho” y “enfoque de género”.

Votaciones
La bancada del Movimiento Honor Colorado, que es el bloque proyectista, insistió en la ratificación de la derogación del convenio y con acompañamiento de sus aliados logró la mayoría necesaria este miércoles, superando los 41 votos que se necesitaban. 68 legisladores votaron a favor, 6 lo hicieron en contra y hubo una abstención.

La parlamentaria cartista Rocío Abed (ANR) marcó la hoja de ruta al alegar que la postura del cartismo se asumió con base en el “clamor de los padres y docentes que no participaron del proceso de transformación educativa, que luego se frenó».

En representación del Partido Colorado, un par de diputados admitió que romper el convenio con la organización internacional dejará sin fondos al Ministerio de Educación y Ciencias para almuerzo escolar, kits escolares e inversión en infraestructura.

En esta línea estuvieron los colorados Hugo Meza y Alejandro Aguilera.

El primero sostuvo que el foco no es la ideología de género pero dio su voto de confianza al presidente electo de la República, Santiago Peña, que se comprometió a cubrir esos fondos que se van a perder, con otros recursos en su gobierno.

“Le doy un crédito al presidente electo, que se haga cargo de lo que falta”, dijo. El segundo anticipó su voto por la abstención.

Posiciones divididas
En la bancada de Fuerza Republicana se vio posiciones divididas, puesto que se liberó los votos. Por un lado, Daniel Centurión defendió la derogación, mientras que Mauricio Espínola enfatizó que no era la forma constitucional de derogar una cuerdo entre el Ejecutivo y un organismo internacional.

En las carpas del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) no había oposición al proyecto. La diputada Roya Torres subrayó que las donaciones siempre son “bien recibidas”, pero cuando “afecta a la moral de los niños, no se puede aceptar”.

Liberales como Pedrito Gómez y Rodrigo Blanco y Carlos Alberto Pereira decidieron inclinarse por la derogación frente a la “garantía” que dio Peña, de no hacer faltar los recursos para seguir manteniendo los apoyos a la educación que eran cubiertos por la Unión Europea.

Otros opositores, tales como Raúl Benítez y Rubén Rubín, del Partido Encuentro Nacional (PEN), rechazaron la iniciativa.

En cambio, la parlamentaria Rocío Vallejos, del Partido Patria Querida (PPQ), acompañó la posición de la mayoría. “Esta es una preocupación del 85% de la población, que es tradicionalista. Respetemos lo que quiere la mayoría. Pero, esto no significa que sea una bandera solo de ellos (cartista), la preocupación es de todo los colores”, espetó.

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