Una mujer que estaba al cuidado de una menor se perdió del grupo con el que peregrinaba y solicitó ayuda para el reencuentro. Mientras tanto, la beba que llevaba consigo fue amamantada por una suboficial.
El hecho ocurrió ayer domingo en Caacupé, en medio de la masiva peregrinación rumbo a la basílica. Una mujer que quedó a cargo del cuidado de una beba de cuatro meses, repentinamente se extravió del grupo que la acompañaba, incluida la madre de la menor.
Ante la dificultad para encontrar a sus acompañantes, solicitó ayuda a los agentes de la Comisaría 1ª de esa ciudad, quienes le permitieron refugiarse en la sede policial mientras aguardaba.
Además, una suboficial decidió amamantar a la pequeña beba que lloraba de hambre y se sintió cobijada por la uniformada.
Finalmente, la Defensoría de la Niñez localizó a la madre de la menor y se produjo el esperado reencuentro de madre e hija. Cada año se aconseja no llevar niños y mucho menos bebés a la peregrinación de Caacupé, debido a la exposición al calor, las lluvias, el hambre, el cansancio, etc.