La doctora Nancy Garay, jefa de Cardiología del Hospital Acosta Ñu, lamentó la “insensibilidad” de los senadores que se autoaumentaron su salario mientras los médicos se ven obligados a vender pan dulce para cubrir carencias en el hospital pediátrico.

El autoaumento de G. 6 millones para los legisladores aprobado el jueves en la Cámara de Senadores despertó la indignación de la doctora Nancy Garay, jefa de Cardiología del Hospital Niños de Acosta Ñú, quien calificó de “insensibles” a los parlamentarios que aumentaron sus salarios sin tener en cuenta las necesidades de la ciudadanía.

“Es una autoconcesión de un privilegio de personas ya privilegiadas que ocupan un cargo electivo. Habla de la insensibilidad y la falta de empatía hacia el pueblo que los votó y llevó a ese lugar. Es una falta de sensibilidad, porque hay lugares donde hay que fortalecer: Salud, educación y seguridad”, expresó en una entrevista realizada en radio Monumental 1080 AM.

Garay lamentó que mientras crecen los privilegios en la clase política, en los hospitales públicos se deben hacer malabares para hacer frente a necesidades básicas. “Se están haciendo ferias de comidas, sorteos, rifas para salvar situaciones muy complicadas de mucha gente”, resaltó.

En su opinión, las autoridades no ven esta situación a causa de una “ceguera política”. “Es como si gobernaran para ellos y para sus ombligos. En ese mundillo, en ese micromundo que se crearon para ellos las cosas están bien, y muchas cosas no están bien. Hay una cantidad de patologías graves que recibimos en el hospital, podríamos escribir libros del manejo de cardiopatía compleja que manejamos acá”, recalcó.

La médica responsable de varios casos de trasplante de corazón y otras gestiones complejas señaló que no busca tener la misma retribución económica, pero sí más recursos para seguir salvando vidas. “No les pido un aumento de sueldo, aunque lo merezca, les pido más herramientas para trabajar más”, expresó.

Venta de pan dulce por falta de insumos
El personal de Salud del Hospital General Pediátrico Niños de Acosta Ñu se ve en la necesidad de vender hasta pan dulce ante las precariedades y necesidades que aquejan al citado nosocomio.

“No queremos que la gente empeñe su tele, venda sus cosas”, indicó la doctora Garay.

Las autoridades del centro asistencial tienen previsto recaudar G.100 millones con la venta de los panes dulces, con el objetivo de comprar de insumos para socorrer a pacientes provenientes de todo el país, ya que no dan abasto y reclaman un reajuste.

De hecho, el monto que reivindican es mínimo, de G. 1.100.000 por cada funcionario. En ese contexto, lamentan que desde hace 10 años el Estado los tiene prácticamente en el olvido.

//Ultimahora.com.


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