Rosalía Zárate, madre de Máximo Thomsen, a los gritos dijo que los periodistas estuvieron tres años torturando a su hijo.

Fueron hallados ¡culpables! Ese fue el veredicto del Tribunal Oral N° 1 de Dolores que juzgó a los ocho rugbiers acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa, el hijo de los paraguayos Silvino y Graciela, residentes en Argentina.

Cinco de los agresores recibieron cadena perpetua, ellos son: Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi. En tanto que tres de ellos fueron condenados a 15 años de cárcel por ser “partícipes secundarios”: Ayrton Violaz, Blas Cinalli y Lucas Pertossi.

La lectura de la sentencia estuvo cargada de momentos fuertes y emotivos. Antes de darse a conocer el veredicto, el abogado defensor de los acusados, Hugo Tomei pidió a los miembros del Tribunal permiso para que los, ahora condenados, se pusieran de pie para escuchar la decisión.

Mientras se daba a conocer el futuro de los rugbiers, Máximo Thomsen, uno de los principales agresores de Fernando, se desmayó. Se sentó casi tambaleándose, lo que hizo que su mamá, Rosalía Zárate, pidiera asistencia médica.

En ese interín, Zárate empezó a gritar en la sala. Culpó a la prensa de ser el responsable de que su hijo haya ligado perpetua.

“Esto es todo una mentira, es culpa de ustedes, saquen a todos los periodistas, la pu** que los parió. Tres años torturándolo, no me importa más nada», señaló la mujer.

Luego de unos minutos, el tribunal permitió el regreso a la sala para seguir leyendo los últimos puntos de la condena, pero esta vez sin periodistas.

Una vez terminado, los ocho rugbiers quedaron dentro del tribunal mientras se vaciaba la sala.

Un mismo dolor
En la sala del Tribunal también se encontraba, Christian Dupuy, papá del pequeño Lucio, asesinado en manos de su mamá y la madrastra y cuya condena a perpetua se dio a conocer recientemente.

“Los dos perdimos un hijo y sé lo que se siente”, expresó a los medios de ashá. “Le dijimos a Graciela (mamá de Fernando) que íbamos a estar acá. El día que asesinaron a Fernando fue el día de mi cumpleaños casualmente. Con los papás de Fernando estamos unidos en el mismo dolor”, remarcó.

También habló de «transformar el dolor en lucha». «La presión social es muy importante en estos casos”, aseguró.
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