Una mujer que fue detenida en diciembre pasado por presuntamente agredir a un policía, cuyas imágenes se viralizaron, protagonizó un nuevo incidente en Ciudad del Este. Aparentemente, conducía otra vez alcoholizada y cayó a una cuneta.
María Silvia Bogarín de Ruiz Díaz, de 52 años, una mujer que quedó detenida a finales de diciembre pasado tras ser filmada agrediendo a un agente policial en Ciudad del Este, protagonizó un segundo incidente en la vía pública de la capital del Departamento de Alto Paraná.
Esta vez, mientras estaba conduciendo su camioneta Toyota Fortuner blanca, aproximadamente a las 3:20 de este miércoles, perdió el control y terminó cayendo a una zanja ubicada en el kilómetro 12 de la mencionada ciudad, informó Edgar Medina, corresponsal de Última Hora.
Tras esto, efectivos de la Subcomisaría 14ª de la Policía Nacional llegaron hasta el sitio y la trasladaron hasta la base de la Patrulla Caminera, donde intentaron hacerle la prueba de alcotest, pero la mujer se negó al procedimiento.
Bogarín había sido detenida en la noche del viernes 23 de diciembre de 2022, cuando también estaba conduciendo su vehículo aparentemente alcoholizada y ocasionó un percance, sobre la avenida San Blas, en el barrio Mburucuyá de Ciudad del Este.
El suboficial Benito Aguilera Segovia, quien se encontraba realizando una patrulla preventiva en un vehículo por esa zona, divisó el hecho y descendió para identificar a los ocupantes del rodado.
Supuestamente, al aproximarse en el lado del conductor, el uniformado ya comenzó a ser agredido verbalmente por la mujer y su acompañante, de nombre Jessica Belén Ruiz Díaz Bogarín, de 20 años, ambas en aparente estado etílico.
Después de esto, las dos mujeres bajaron del rodado y el agente supuestamente comenzó a recibir golpes de puño. En un video que fue viralizado se observa que el uniformado incluso reaccionó y golpeó brutalmente a la conductora.
Tras esto, las mujeres ya fueron llevadas en la patrullera y durante el viaje habrían agredido «con arañazos, golpes de puño y mordida en el brazo y rostro», lanzando amenazas e insultos, por lo que fueron esposadas.
En aquella ocasión, siempre según el informe policial, también se habría negado a la prueba de alcotest.
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