El hombre de la tercera edad dormía entre animales y pesticidas. El estanciero no quiso pagar millonaria indemnización.

Durante 20 años, un compatriota sufría lejos de su tierra. Era esclavizado e incluso dormía con animales, en medio de pesticidas, en un establecimiento ganadero de Brasil.

Las autoridades del vecino país pillaron que el paraguayo era de la tercera edad, discriminado y vivía en precarias condiciones.

Mediante un procedimiento realizado por el Ministerio Público del Trabajo (MPT) y Defensoría Pública (DPU) del Brasil lograron rescatarlo, al igual que a otros ocho trabajadores que vivían en condiciones similares.

Según una publicación oficial en la página web del Ministerio Público del Trabajo de Brasil, el hombre estaba en aislamiento en un zona rural, sufría explotación por el exceso de trabajo y sin tener acceso a diversos derechos laborales, como vacaciones ni horarios.

Tampoco le permitieron regularizar su situación migratoria para regresar a Paraguay, señala el informe.

Trabajo por comida

Además de estas condiciones, el anciano y los otros trabajadores debían tomar agua contaminada y pagar su propia alimentación.

Si comían carne, se les descontaba directamente por el valor de su paga mensual, que era de 1.500 reales (G.1.800.000).

El compatriota, quien se encontraba trabajando en la Fazenda Matão, ubicada en Porto Murtinho, contó a las autoridades que hace 20 años vive de esa forma y era el único que compartía su lugar de descanso en un espacio extremadamente precario con los animales, por lo que se considera como una discriminación por ser extranjero en ese país.

Antes de trabajar en la hacienda Matão, trabajaba en la “Fazenda São Francisco”, de la misma dueña, detalla.

El patrón no quiso soltar plata

Tras una audiencia con el abogado del dueño de “Fazenda Matão”, los acusados rechazaron el pago de indemnización al trabajador. El monto fijado por las autoridades era de 84.000 reales por servicios prestados en la propiedad durante dos décadas y 75.000 reales en concepto de daño moral individual, para reparar la lesión grave a su dignidad, en total, estas dos sumas equivalen a G. 190.800.000.

Ante la negativa, el caso deberá ir a tribunales. En otras propiedades donde también se rescató a personas esclavizadas, sí se llegó a un acuerdo y van a pagar a los trabajadores.

Tomaban agua contaminada, algunos trabajadores manifestaron que les enfermaba

No saben

Desde el Consulado paraguayo de Porto Murtinho manifestaron que no tienen datos sobre el caso.

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