Se trata del cáncer más frecuente en los hombres y no suele dar síntomas al comienzo de la enfermedad. La detección y el tratamiento precoz reducen significativamente el riesgo de muerte.
La próstata es una glándula ubicada debajo de la vejiga y delante del recto, del tamaño de una nuez, que solo la poseen los hombres. Su función es producir una parte del líquido simiente (semen).
La enfermedad tiene como factor principal la aparición de células malignas o cancerosas en los tejidos de la próstata. Sin embargo, no existen síntomas, hasta tanto se encuentra en estado avanzado. La mortalidad es ocasionada, principalmente, porque el cáncer detectado en su etapa conocida como de metástasis o no curable.
En ese contexto, es importante que los hombres acudan al urólogo, para realizarse el control oportuno, a partir de los 50 años y, en caso que exista antecedentes familiares de cáncer de próstata, los controles deben iniciarse a los 40 años, porque estadísticamente existe mayor posibilidad de contraerlo cuando hay familiares directos con la enfermedad.
El control de la próstata no es doloroso y solo dura unos pocos segundos. Durante la revisión, puede sentir intensos deseos de orinar, que ceden cuando finaliza el tacto.
Según datos provistos por el Programa Nacional de Control del Cáncer (PRONAC), en el año 2020, la incidencia del cáncer de próstata fue de 1.763 casos, y con una mortalidad de 630 personas, a nivel nacional.
El registro de casos del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN), hospital de referencia oncológica, muestra que, en el año 2019, en este servicio se detectaron 195 casos; en el año 2020, 99 casos y, en el año 2021, 56 casos nuevos, hasta el mes de agosto.
¿Dónde consultar?
La franja masculina puede acudir para sus controles hasta el centro asistencial de Salud Pública más cercano a su casa. A continuación, en el adjunto, algunos de los hospitales que cuentan con la especialidad de urología: