Por falta de gestión y administración de parte del Gobierno Nacional, el barrio San Francisco se convirtió en tierra de nadie y los vecinos quedaron a su suerte.

Lo que una vez fue un barrio modelo, hoy está sumido en un completo abandono de parte de las actuales autoridades. En estos días de vuelta el nombre del barrio San Francisco estuvo en boca de todos, tras exponerse la pelea a machetazos entre dos peligrosos hombres.

Una vecina, cuya identidad se resguarda por temor a represalias, denunció en entrevista con el canal Gen que el barrio se convirtió en un aguantadero de drogadictos y que las instituciones del Estado nada hacen contra este mal.

“La droga lo que pudre el barrio, drogadictos lo que hay muchos. Hay personas buenas pero se drogan y son violentas. Cuando están así (bajo los efectos de los estupefacientes) ya ni entienden lo que hacen”, argumentó.

La mujer cuestionó que constantemente solicitan a la Policía Nacional que tenga mayor presencia en el sitio, ya que solo tres agentes están allí, pero sus reclamos son ninguneados. “Los policías ni siquiera hacen patrullaje por la zona. La Policía no te hace caso”, dijo al momento de reiterar que necesitan que el personal apostado ahí sea cambiado y traigan más agentes.

“Acá hay muchas criaturas y todos tienen miedo para salir, porque hay muchos vendedores y consumidores de drogas”, puntualizó.

El Barrio San Francisco, obra del gobierno de Horacio Cartes, fue considerado como “un nuevo modelo de ciudad”, atendiendo a la moderna infraestructura con la que cuenta además de todas las ventajas y beneficios que fueron implementados en beneficio de sus habitantes.

El complejo habitacional comprende no sólo 112 viviendas unifamiliares y unos 888 departamentos, sino también la planta de tratamiento de efluentes, el sistema de iluminación pública, los lugares de esparcimiento, la unidad de salud familiar, un centro comunitario, el salón multiuso, la comisaría, entre otros.

Sin embargo, lo que fue una solución habitacional a un sector vulnerable, hoy es una pesadilla para algunos de sus ocupantes, a consecuencia del abandono por las autoridades de la actual administración estatal.

//Diario HOY.