Así lo confirmó el propio club mediante un comunicado en el que culpó a La Liga por no haber podido cerrar el acuerdo con el jugador. El delantero argentino es agente libre.
Este jueves el FC Barcelona confirmó que no hubo acuerdo y que por lo tanto Lionel Messi no seguirá siendo jugador del club. El futbolista había quedado libre tras el final de la temporada 2020/21, pero aún estaba negociando con la institución para renovar. Tras varias reuniones se confirmó que el ciclo ha culminado.
“A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato en el día de hoy, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de La Liga española). Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del Club”, señaló la institución en un comunicado. En el escrito emitido hoy, la dirigencia agregó: “El Barça quiere agradecer de todo corazón la aportación del jugador al engrandecimiento de la institución y le desea lo mejor en su vida personal y profesional”.
De esta manera, el Barcelona responsabilizó directamente a La Liga de España por no poder acordar con su máxima estrella. Es que el organismo es muy estricto con el límite salarial de cada club y por eso el conjunto catalán se había visto obligado a desprenderse de varios jugadores en un contexto de crisis en el mercado europeo (producto de la inactividad de 2020 por la pandemia del coronavirus), en donde a los equipos les cuesta realizar grandes incorporaciones.
El elenco blaugrana había anunciado en los últimos meses los arribos del neerlandés Memphis Depay, el español Eric García y de Sergio Kun Agüero, todos como agentes libres, en el marco de un plan que buscaba elevar el nivel de la plantilla. Pero no había podido vender a figuras como Ousmane Dembélé, Philippe Coutinho o Antoine Griezmann, cuyos salarios altos no condicen con su rendimiento. Por ese motivo, La Liga no iba aprobar la renovación de Messi, según aseguran los principales portales españoles.
Messi ahora tendrá que decidir su futuro. Con el club que lo vio nacer futbolísticamente ya descartado entre sus opciones, el goleador de 34 años cuenta con dos opciones sólidas que ya se habían barajado en 2020, cuando estuvo cerca de marcharse del Barcelona. Tanto el Manchester City como el París Saint-Germain (PSG) están interesados en su fichaje, sobre todo porque sería a “costo cero”, por lo que solamente deberían acordar su salario.
En el conjunto inglés lo espera nada menos que Pep Guardiola, el entrenador con el que se convirtió en el mejor futbolista del planeta y con el que ganó dos Champions League, entre varios títulos. Pero en el cuadro galo lo esperan varios de sus amigos: Ángel Di María, Neymar y Leandro Paredes, con quienes incluso disfrutó parte de sus últimas vacaciones. Además, ambos clubes cuentan con planteles conformados para conquistar Europa, el gran sueño que desvela a La Pulga.
Leo tuvo su última presentación con el club catalán el 16 de mayo de este año cuando fue titular en la derrota 2-1 ante Celta de Vigo por la 37ª fecha de La Liga. Diez días más tarde, se unió a la concentración de la selección argentina que afrontó las fechas de Eliminatorias y luego inició su camino rumbo al título de la Copa América en Brasil.
El futbolista rosarino, de 34 años, quedó con el pase en su poder por primera vez desde el 15 de febrero del 2002, fecha en la que el Blaugrana realizó su primera inscripción oficial más allá de aquel ya mítico contrato sellado sobre una servilleta en diciembre del 2000.
Desde el primer día de julio, Messi es agente libre aunque en esos momentos se encontraba enfocado completamente en el objetivo de ganar el título con Argentina. El 11 de julio desembarcó en Rosario, se reencontró con su familia tras una larga concentración en burbuja por la pandemia que le impidió tener contacto directo con ellos y dio inicio a unas vacaciones que lo tuvieron por Miami, República Dominicana y recientemente por Ibiza.
Las estadísticas oficiales indican que hasta acá firmó 778 presentaciones con la camiseta del Barcelona, en los que anotó 672 goles y cedió 288 asistencias. En aquella última aparición contra el club de Vigo, Leo marcó un tanto que había sido la apertura del marcador.
Sin embargo, la historia de incertidumbre en torno al futuro de Leo se desató en agosto del 2020 cuando el futbolista le oficializó a la por entonces dirigencia de Josep María Bartomeu que tenía intenciones de hacer uso de la cláusula de su contrato que le permitía marcharse. El presidente de esa época le impidió ejercer su derecho, al mismo tiempo que el club se hundía cada vez más en una crisis económica y futbolística que se extiende hasta estos días. A raíz de ese contexto político, Bartomeu decidió presentar la renuncia a fines de octubre acorralado por un panorama desalentador que puso a las finanzas del blaugrana contra las cuerdas.
Recién el 7 de marzo de este año los socios eligieron a un nuevo presidente y designaron a Joan Laporta como mandatario. El directivo expresó su deseo de retener al crack, pero siempre puso paños fríos sobre las negociaciones: “Estamos haciendo lo posible, todavía no lo hemos resuelto del todo, pero sí progresa adecuadamente y en la línea que todos hemos pensado. Dijimos que haríamos todos lo posible dentro de las posibilidades del Barça para contar con Leo y estamos en este proceso”, aclaró días atrás durante la presentación oficial de Emerson Royal, uno de los refuerzos que fichó para esta temporada.
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