Pregunta: En el hospital a mi mujer le diagnosticaron Tiroiditis de Hashimoto y le dijeron que era una enfermedad autoinmune. Mucho le agradecería una explicación sobre este tema.

Fiebre sin causa aparente, decaimiento, cansancio, cambios en el peso, dolores articulares y musculares, entumecimiento en las manos, debilidad muscular, dificultad para movilizarse, subir escaleras o levantar un objeto, aftas en la boca, lesiones en la piel, anemia, bajas defensas, sensación de sequedad en ojos y/o boca, angustia o depresión.

A partir de algunos de estos síntomas, con frecuencia después de diversos estudios, se puede llegar al diagnóstico de enfermedad autoinmune.

El sistema inmunológico normal es una compleja red de defensas que posee el organismo, cuyos componentes trabajan para eliminar células anormales o infecciones causadas por bacterias, virus u otros invasores.

En lo que se conoce como enfermedad autoinmune, el sistema inmunitario ataca erróneamente a células, tejidos y órganos sanos del propio organismo.

Por ejemplo, se dirige contra el sistema nervioso en la esclerosis múltiple o contra el intestino en la enfermedad celíaca o en la colitis ulcerosa.

En otras enfermedades autoinmunes, los tejidos y órganos afectados pueden ser la piel, las articulaciones, el riñón y los pulmones, ocasionando síntomas transitorios o crónicos.

La mayoría de las enfermedades autoinmunes afectan más a las mujeres, en particular durante sus años fértiles, en una proporción de 4 a 1 respecto a los hombres.

«En lo que se conoce como enfermedad autoinmune, el sistema inmunitario ataca erróneamente a células, tejidos y órganos sanos del propio organismo», Norberto Abdala, médico psiquiatra.

Ejemplos de las enfermedades autoinmunes son la artritis reumatoidea, la enfermedad celíaca, el hipotiroidismo de Hashimoto, el hipertiroidismo, la esclerosis múltiple, el lupus eritematoso, la psoriasis, el síndrome de Sjögren, el vitíligo y ciertas anemias.

Estas enfermedades no son contagiosas y difieren cada una de ellas por presentar síntomas distintos e inespecíficos, aunque los más frecuentes son la fatiga, el mareo, el malestar general, cambios anímicos y fiebre muy baja.

Uno de los problemas con las enfermedades autoinmunes es que con frecuencia se tarda en diagnosticarlas debido al amplio y difuso espectro de síntomas que no son específicos y que pueden ser comunes a otras enfermedades.

Aunque no hay unanimidad respecto a las causas, se acepta que las enfermedades autoinmunes resultan de la combinación de una predisposición genética sumada al efecto de microorganismos (virus, bacterias), algunos medicamentos, dietas poco equilibradas, a ciertos aditivos en los alimentos.

La reacción inmunitaria normal iniciada para destruir a los agentes tóxicos o infecciosos, provocaría una sensibilización exagerada hacia los órganos que serán los afectados.

También se debe destacar la relación entre el sistema inmune y el sistema nervioso, que es compleja, pero claramente existe una conexión entre ellos.

En general, son para resaltar la manera de enfrentar las situaciones estresantes y algunos rasgos de personalidad (el control y/o la represión emocional, la excesiva comprensión, la racionalidad, la búsqueda de armonía, el evitar conflictos) que parecerían favorecer la aparición o el agravamiento de las enfermedades autoinmunes a través de cambios neurohormonales que se generan por esos motivos en el organismo.

// El Clarin