El encargado de Leishmaniosis del SENEPA de Coronel Oviedo, Cristian Moreno contó, que el reservorio de la enfermedad, es el perro pero el vector es el mosquito flebótomo.
El perro infectado con la enfermedad presenta, pérdida de peso, lesiones de piel, descamación y ulcera principalmente en el hocico, orejas y extremidades. Los signos son; conjuntivitis, fiebre, decaimiento e incluso sangrado de nariz del animal.
En caso que la mascota refiera cualquiera de los signos clínicos, el propietario debe acudir al veterinario para que se pueda realizar en la mascota la evaluación y el diagnóstico correspondiente.
Esta enfermedad puede afectar igualmente a los felinos domésticos, según afirma el profesional Bioquímico Cristhian Moreno.
El diagnóstico serológico de la leishmaniasis canina, realizado en el Programa de Control de Zoonosis es gratuito.
Se sugiere la eutanasia del animal, para cortar con el foco de transmisión.
El tratamiento es de por vida para el ser humano, el perro con leishmaniasis no tiene cura parasicológica, en cambio la persona infectada con esta enfermedad puede ser tratada y curada.
Las vacunas anti-Leishmania es necesario para uso en perros, esto evitara que transmita la enfermedad a otros animales y personas.
En las personas, los signos y síntomas son, llagas en la piel que pueden convertirse en ulceras, también congestión y hemorragia nasal.
También produce en los humanos úlceras en la boca, la lengua, las encías, los labios, la nariz y el tabique nasal, finalizó el profesional.