El país, que ha sido erigido como ejemplo de éxito frente a la pandemia, finaliza el proceso iniciado el 1 de junio. Así, el sistema educativo vuelve a la situación anterior al 13 de marzo, cuando el gobierno declaró la emergencia sanitaria, aunque persisten excepciones puntuales en los focos de contagio
Uruguay da un paso más hacia la nueva normalidad al completar la reapertura de las escuelas. Este lunes vuelven a las clases los estudiantes de las escuelas públicas y privadas de la capital Montevideo y su área metropolitana y de la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU), una de las instituciones con más alumnos del país. También se retoman las clases en Rivera, una ciudad en la frontera con Brasil, después que fueran suspendidas por un repunte de casos de COVID-19.
Aunque el regreso a clases es voluntario, se prevé que unos 256 mil estudiantes retomaran su lugar en las aulas en Montevideo, entre escuelas primarias, ciclos básicos, bachilleratos, liceos y alumnos de la educación terciaria técnica pública y privada.
De esta manera, el sistema educativo vuelve a la situación anterior al 13 de marzo, cuando el gobierno declaró la emergencia sanitaria y suspendió las clases, los eventos masivos, las actividades no esenciales y ordenó el cierre de fronteras.
La única excepción es el departamento de Treinta y Tres, en la frontera con Brasil, donde el pasado fin de semana se registró un brote que preocupa a las autoridades.
El pequeño país sudamericano de 3,4 millones de habitantes ha sido erigido como ejemplo de éxito en el control de la pandemia que alcanza su pico en la región. El gobierno de Luis Lacalle Pou evitó la cuarentena obligatoria, apeló a la responsabilidad de la población y logró controlar los focos de infección sin paralizar las actividades.
Así, la reapertura de las escuelas pudo reanudarse antes que en el resto de los países vecinos. Uruguay reinició las clases presenciales en escuelas y liceos 1 de junio en casi todo el país. El 15 de junio ya habían abierto los sextos años de liceos, las escuelas aprender y de tiempo completo así como los jardines de infantes.
Protocolos estrictos
La reapertura total de las escuelas, y la consecuente movilidad de miles de estudiantes y docentes en todo el país, es una prueba importante de cara a la vuelta a la actividad tras la pandemia, en un momento que, tras el nuevo brote en Treinta y Tres, el presidente Lacalle Pou exhortó a la población a reforzar nuevamente los cuidados ante el coronavirus.
Por eso, la reapertura seguirá siendo bajo el estricto protocolo elaborado por la Administración Nacional de Educación Pública, que establece las modalidades de ingreso y salida de los alumnos, las pautas de distanciamiento social, un cuestionario sobre posibles síntomas que deben responder los niños y adolescentes al entrar, así como el uso de tapabocas y qué hacer en caso de que aparezca un caso positivo de covid-19 en un centro educativo.
La frecuencia semanal de clases ya fue establecida por cada centro educativo y debe considerar dos días consecutivos con el mismo grupo (separado en dos subgrupos). De esa manera unos tendrían clases los lunes y martes, por ejemplo, y otros los jueves y viernes.
Los miércoles, en tanto, será tiempo para higienizar los locales además de la “planificación técnico pedagógico, evaluación, retroalimentación, y en casos necesarios, atención de niños que requieren una atención personalizada especifica”, según el protocolo de la Administración Nacional de Educación Pública.
En los liceos públicos, en cambio, los estudiantes tendrán cuatro horas diarias basadas en “un criterio de contextualización y flexibilidad, donde cada comunidad resolvió su hoja de ruta y cómo organizar sus recursos”, dijo al diario uruguayo El País la directora general de Secundaria, Jenifer Cherro.
Vuelta a la normalidad
Entre el 11 y el 17 de junio, Uruguay tuvo cuatro días sin registrar nuevos casos de covid-19 y apenas sumó un caso las jornadas restantes. Hasta que el brote en Treinta y Tres volvió a disparar las alarmas.
Lacalle Pou dijo que, con los números que había hasta la semana pasada, pensó que sería posible levantar la emergencia sanitaria “en un mes y medio o dos”, pero que con este retroceso esa alternativa quedará para más adelante.
No obstante, en Montevideo el comercio reabrió sus puertas hace semanas y bares y restaurantes reciben al público pero con protocolos de seguridad. Los futbolistas profesionales comenzaron a entrenar y esperan retomar el campeonato nacional en agosto sin público. A partir del viernes pasado también están habilitados pequeños espectáculos artísticos con hasta cuatro músicos en escena y una distancia de dos metros entre las mesas.
El gobierno trabaja en protocolos de turismo interno y también se prepara para recibir vuelos internacionales y reabrir parcialmente las fronteras, con especial atención en la que comparte con Brasil.
Hasta el domingo, el país ha registrado 929 casos, 27 fallecidos y 818 recuperados del virus.
// Fuente – Infobae