Compatriotas albergados en Colepol y Diseragro recibieron sus certificados de buena salud y continuarán con los protocolos establecidos en sus hogares.
Según la noticia comunicada por la Secretaría Nacional de Inteligencia (SNI), los 34 connacionales obtuvieron resultados negativos al test de COVID-19 y se disponen a abandonar los establecimientos del Colepol y la Diseragro.
En la mañana de este lunes 11, compatriotas que guardaban cuarentena sanitaria en la Dirección del Servicio Agropecuario (Diseragro), dirección componente del Comando Logístico, recibieron sus certificados de buena salud proveídos por el Ministerio de Salud, con sus test COVID-19 negativos y ya se encuentran camino a sus hogares para continuar con los protocolos sanitarios exigidos.
Así también lo anunció ayer el titular de la Unidad Interinstitucional para la Prevención y Combate al Contrabando, Emilio Fúster, adelantando que todos los compatriotas que cumplieron su cuarentena en los citados establecimientos arrojaron negativo a las pruebas.
Además, Fúster indicó, en la noche del domingo, que el Puente de la Amistad se encontraba vacío. Sostuvo que con la ayuda de todos, los hospitales están vacíos y la población protegida. “La cuarentena es obligatoria, sin excepciones, salvo dictamen médico”, recordó.
Desde la SNI indicaron también que los 26 compatriotas que estaban en la pasarela del Puente de la Amistad ya fueron trasladados a la oficina de la Dirección General de Migraciones, donde pasaron la noche. Refiriendo que el mismo es un trabajo articulado del Centro de Coordinación Interinstitucional de apoyo al Ministerio de Salud.
Situación en albergues
En tanto que el reporte de la situación en los albergues brindados por la SNI indica que, desde el 23 de marzo y hasta el domingo 10 de mayo, 44 albergues están habilitados con 3.059 albergados.
Las 1.000 altas con test negativo representan al 32,7% de los albergados y 518 COVID-19 positivos en los establecimientos dispuestos por el Gobierno representan al 16,9%. Aseguran que todos estos casos están bajo control.
Fuente: La Nación