La lucha por encontrar una vacuna contra el COVID-19 es a nivel mundial, la guerra es de todos, por lo tanto equipos de investigación tanto de empresas como de universidades de todo el mundo, están desarrollando más de 90 vacunas contra el virus, según publicó en su cuenta de Twitter el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera, transmitiendo de esta manera esperanza a la ciudadanía
Su publicación se basó en un artículo reciente publicado en el sitio web nature.com, una de las revistas científicas más prestigiosas a nivel mundial y que desglosa desde una guía gráfica la maratón por encontrar un anticuerpo.
El material habla de ocho formas en que los científicos esperan proporcionar inmunidad al COVID-19, por lo que los investigadores están probando diferentes tecnologías, algunas incluso no fueron utilizadas aún en una vacuna autorizada.
En ese aspecto, Nature señala que al menos seis grupos de desarrolladores ya comenzaron a inyectar fórmulas en voluntarios en los ensayos de seguridad, mientras que otros comenzaron a probar en animales.
Y para el hallazgo de la anhelada vacuna, las investigaciones están aplicando distintos tipos de enfoques, es decir, una serie de opciones como ser: las vacunas de virus, de vectores virales, de ácido nucleico y basadas en proteínas, que serán explicadas más abajo.
Todas las vacunas tienen como objetivo exponer al cuerpo a un antígeno que no causará enfermedades, pero que podría provocar una respuesta inmune que puede bloquear o matar el virus si una persona se infecta. Es así que se están probando al menos ocho tipos contra el coronavirus y se basan en diferentes virus o partes virales.
En relación a la serie de enfoques para la búsqueda, Nature habla de que al menos siete equipos están desarrollando vacunas utilizando el virus mismo, en forma debilitada o inactivada, muchas son fabricadas de esta manera, por ejemplo contra el sarampión y la poliomielitis, pero requieren pruebas de seguridad exhaustivas. Y este campo, la compañía biofarmacéutica Sinovac Biotech, en Beijing, ya comenzó a probar una versión inactivada de SARS-CoV-2 en humanos, devela.
Tipos de desarrollos
En cuanto a la investigación para vacunas de vectores virales, otros 25 grupos de investigadores están trabajando en ellos, partiendo de la base de que un virus como el sarampión o el adenovirus están genéticamente modificados para que puedan producir proteínas de coronavirus en el cuerpo.
Señala que ambos virus están debilitados para que no puedan causar enfermedades y que existen dos tipos: aquellos que aún pueden replicarse dentro de las células y aquellos que no pueden porque los genes claves fueron deshabilitados.
En tanto que para el desarrollo de vacunas de ácido nucleico, otros 20 equipos de investigadores pretenden utilizar instrucciones genéticas, es decir, en forma de ADN o ARN, para una proteína de coronavirus que provocaría una respuesta inmune. El ácido nucleico sería insertado en las células humanas, para luego producir copias de la proteína del virus. La mayoría de estas vacunas codifican la proteína espiga del virus, explica el sitio.
Así mismo, muchos investigadores quieren inyectar proteínas de coronavirus directamente en el cuerpo, versión de las vacunas a base de proteínas, en las que también se pueden usar fragmentos de proteínas o capas proteicas que imitan la capa externa del coronavirus, indican.
El artículo aclara a la vez que más del 70% de los grupos que lideran los esfuerzos de investigación de vacunas son de empresas industriales o privadas, y que los ensayos clínicos comienzan con pequeños estudios de seguridad en animales y personas, seguidos de ensayos mucho más grandes para determinar si una vacuna genera una respuesta inmune.
En este contexto y partiendo de lo mencionado en la nota, los investigadores esperan tener una vacuna lista en unos 18 meses, por lo que están acelerando los pasos, puntualiza el portal.
Fuente; La Nación