La distancia entre Taipei y Wuhan es ínfima y, sin embargo, las consecuencias del brote del COVID-19 no han afectado prácticamente a Taiwán.
Al momento del cierre de esta nota, el número de infectados con COVID-19 en todo el mundo superaba las 270.000 personas, de las cuales casi 11.500 habían fallecido. Y mientras que la enfermedad está devastando países de Europa, la República de China (Taiwán) presenta números que parecen irreales: apenas 171 contagiados y solo dos fallecidos.
¿Cómo es posible que la población de Taiwán, que está a unos 943 kilómetros de Wuhan, el epicentro del brote, esté prácticamente inmunizada ante los estragos que se desata con la pandemia? Los responsables de este milagro son las autoridades taiwanesas y la rápida respuesta que dieron al problema. A través de la embajada en Asunción, contactamos con referentes del Ministerio de Salud y Bienestar de Taiwán, quienes accedieron a una entrevista exclusiva para La Nación.
El primer dato relevante que nos proveyeron a través del canal oficial es que no solo la de los ancianos es la franja más susceptible a contraer la enfermedad, sino que también la de los niños menores de cinco años.
En cuanto a la prevención, a falta de vacunas, hasta ahora la mejor forma de evitar el contagio es seguir las clásicas recomendaciones para otras infecciones respiratorias, aunque con mayor frecuencia de lavado de manos y desinfección. Pero como en Paraguay esas recomendaciones preventivas ya fueron ampliamente difundidas, nos queda la duda de qué hacer con las personas una vez que fue contagiado.
–¿Cuál es el tratamiento que debe recibir el paciente infectado?
–De acuerdo con las “Directrices provisionales para el manejo clínico de la nueva infección por coronavirus (SARS-CoV-2)” del Gobierno de Taiwán, los pacientes deben recibir un tratamiento de apoyo lo antes posible para controlar los síntomas. Es esencial.
–Donald Trump autorizó un medicamento que se usa contra la malaria. ¿Existe alguna droga específica para combatir el virus?
–Actualmente no hay evidencia de ensayos controlados aleatorios que confirmen que cualquier medicamento antiviral tenga un efecto terapéutico.
–Si una persona se recupera, ¿tendrá problemas respiratorios de por vida?
–Se necesitan estudios de seguimiento a largo plazo a gran escala para confirmar si los pacientes curados tendrían o no complicaciones respiratorias a largo plazo.
–¿Una persona dada de alta puede volver a contraer la enfermedad?
–En la actualidad, la duración y el alcance de los anticuerpos para los pacientes curados aún no están comprobados, por lo que no se puede descartar que los pacientes curados y dados de alta puedan estar infectados con el SARS-CoV-2 nuevamente.
–¿Puede una persona contagiarse al sentarse en el inodoro?
–Sí. Aunque la principal ruta de transmisión es la infección por gotitas y contacto, siempre que haya un virus en la superficie con el que la mano pueda estar en contacto, puede convertirse en la fuente de la infección.
–¿Se contagia a través de heridas en la piel o relaciones sexuales?
–Se transmite principalmente a través de gotitas y contacto, por lo que no se transmitirá a través de heridas o actos sexuales. Sí por besos en la boca.
–¿Se puede tratar en la casa a una persona o debe acudir a un hospital?
–En Taiwán, actualmente, todos los casos confirmados se tratan en salas de aislamiento. Sin embargo, otros países pueden aislar algunos casos leves confirmados en el hogar, de acuerdo con su capacidad médica y políticas de salud pública.
–¿Cuántos médicos tratan a pacientes en Taiwán?
–El número actual de profesionales en medicina occidental es de 49.661: un total de 31.907 en hospitales, 17.707 en clínicas y 47 en otras instituciones médicas.
–Sería importante que finalmente la OMS reconozca a Taiwán, que está cerca del epicentro de brote de la pandemia.
–Sí. La experiencia del SARS ha hecho que nos diéramos cuenta de que la prevención global de epidemias no pueden realizar los países de forma individual, y que se necesita urgentemente la cooperación con otros países para tener éxito. Por lo tanto, al comienzo del brote del COVID-19 de Wuhan, China, Taiwán se adhirió en seguida a la responsabilidad de los ciudadanos del mundo, cumplió con el Reglamento Sanitario Internacional 2005 (RSI 2005), investigó activamente y notificó a la OMS los casos confirmados a través de la ventana de contacto del RSI.
–¿Trabaja coordinadamente Taiwán con otros países de la región?
–Sí. Al mismo tiempo, Japón, Corea del Sur, Singapur, China, la Unión Europea y otros países involucrados, Taiwán subió la secuencia del gen del virus a la “Iniciativa Global de Datos sobre la Influenza Aviar (GISAID)” para que los demás países lo consulten y respondan conjuntamente a la amenaza de este virus infeccioso emergente.
–La respuesta de las autoridades del sistema de salud de Taiwán fue fundamental para que los demás países asiáticos conozcan mejor la enfermedad y pueda ser controlada en la región, ¿verdad?
–Exactamente. El desarrollo de la epidemia del COVID-19 en Wuhan muestra una gran velocidad de propagación y que el virus no respeta fronteras. Citemos como ejemplo el cuarto caso confirmado de COVID-19 diagnosticado en Taiwán. Aunque este caso es un taiwanés que habitualmente se dedicaba al turismo en Wuhan, China, dicha persona encabezó un grupo turístico de Wuhan a Europa a mediados de enero, le aparecieron síntomas de tos en el camino y regresó. Después del examen en Taiwán, se confirmó la COVID-19. Teniendo en cuenta que este caso ha visitado varios países europeos, además de notificar a la OMS sobre el cuarto caso, Taiwán también notificó al Centro de Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea y a la ventana de contacto del Reglamento Sanitario Internacional de los países visitados.
–¿Qué sucedió después?
–Luego de ser informada de este caso, la Comisión de la Unión Europea y los CDC de la Unión Europea, inmediatamente invitaron al CDC de Taiwán y a los ministerios de salud de los países involucrados a realizar una conferencia telefónica para discutir la situación de la epidemia y darle seguimiento para esclarecer el origen de la infección y fortalecer las medidas de precaución relevantes para frenar efectivamente la propagación de la epidemia.
–Puesto que la medicina y ciencia de Taiwán están a la vanguardia mundial, ¿pueden ayudar más con el COVID-19 y en otros casos a futuro?
–Si Taiwán participara en la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría intercambiar información e interactuar con funcionarios de salud para la prevención de epidemias de otros países, obteniendo experiencia relevante que le será útil para mejorar la respuesta a esta pandemia con epicentro en China. Así mismo, las estrategias de Taiwán como la investigación o el control fronterizo, la prevención de epidemias comunitarias y la preparación de materiales también se podrán compartir con otros países miembros de la OMS, contribuyendo con sus conocimientos y experiencia médica al control global de la epidemia.
Fuente; HOY.COM