El ataque aéreo tuvo lugar poco antes del encuentro entre Ankara y Moscú en un intento de rebajar la tensión en Idlib.
Al menos 15 civiles han muerto este jueves en un bombardeo contra la localidad de Maaret Misrin, en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). Esta organización, con personal en el terreno, ha informado de que el ataque fue perpetrado por aviones de Rusia, que combaten junto a las fuerzas de Bachar el Asad. El bombardeo ha tenido lugar horas antes de una reunión decisiva entre el mandatario ruso, Vladímir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, para rebajar la reciente escalada bélica protagonizada entre los Ejércitos turco y sirio en esta última comarca insurrecta. Allí se sitúa desde el inicio de año el epicentro de los combates en Siria.
“Una escena dantesca”, señala al teléfono Abdelsalim al Yussef, desplazado en un asentamiento informal colindante al lugar bombardeado y testigo de cómo los equipos de defensa civil extraían los cuerpos de entre los escombros. “Son ya 17 los muertos, 35 los heridos y hay tres desaparecidos”, informa en una conversación vía WhatsApp. El ataque aéreo tuvo lugar sobre las dos de la mañana y golpeó una antigua granja de pollos flanqueada por una docena de tiendas de campaña, en la campiña de Maaret Misrin, a unos 15 kilómetros al norte de Idlib ciudad. En esta alquería buscaron refugio docenas de desplazados que huyen de la doble ofensiva terrestre y aérea lanzada el pasado mes de diciembre por el Ejército regular sirio junto con milicias proiraníes y cazas rusos aliados.
Según testigos presenciales consultados por este diario, al menos una docena de heridos en estado crítico han sido evacuados en ambulancias a hospitales en territorio turco o del paso terrestre de Bab al Hawa, en la frontera occidental de Idlib. La foto de un folio con la lista de los nombres de los fallecidos escrita a mano ha circulado en la mañana del jueves en las redes sociales. La familia Markush ha perdido a cinco miembros. La de Qatif a tres, entre ellos, el único menor muerto.
La alianza sirio-rusa se enfrenta en Idlib a facciones insurrectas salafistas respaldadas por Ankara y al paraguas yihadista Hayat Tahrir al Sham (liderado por la rama local de Al Qaeda) y fuerza dominante en Idlib con 10.000 combatientes. Ante los rápidos avances de las tropas regulares sirias, más de un tercio de los tres millones de personas que habitan Idlib se han visto desplazados en lo que la ONU ha calificado de “la peor crisis humanitaria en los nueve años de contienda”.
Distensión ruso-turca
El bombardeo llega pocas horas antes de la decisiva reunión entre Putin y Erdogan tras repetidos y fallidos intentos previos para rebajar las tensiones entre Damasco y Ankara. La confrontación entre sus tropas ha dejado más de un centenar de soldados de ambos bandos muertos y tres cazas de combates sirios derribados en el último mes. Moscú se ha impuesto como mediador privilegiado en la contienda siria donde intervienen media docena de actores internacionales. Fue precisamente el Kremlin quien auspició los acuerdos de Sochi en 2018 por los que Turquía instaló 12 puestos de observación en suelo sirio. Hoy, Ankara teme que el avance la ofensiva de las tropas sirias provoque una nueva ola de refugiados en su territorio donde ya alberga a 3.7 millones. Por su parte, El Asad está determinado a recuperar el control de la totalidad del territorio nacional sirio, incluidas de las estratégicas rutas comerciales que atraviesan Idlib.
El reciente despliegue de cerca de 6.000 uniformados turcos en esta provincia ha prestado cobertura aérea y de artillería a las facciones salafistas locales favoreciendo un contraataque en el que han logrado recuperar 23 poblados en tan sólo seis días, según cálculos del OSDH. “Con las fuerzas aérea siria y rusa neutralizadas por la turca, la ofensiva terrestre de las tropas sirias y de las milicias iraníes se ha visto ralentizada”, valora un militar europeo en Beirut.
Tras intercambiar un sinfín de amenazas y acusaciones durante la última semana, los ánimos entre los mandatarios turco y sirio parecían amainar la víspera del encuentro. Erdogan aseguró que “Turquía no busca un conflicto con Rusia”, mientras que El Asad aseguró que “existen intereses comunes con Turquía y lazos históricos entre ambas culturas, por lo que no tiene sentido sostener las diferencias”. El mes de febrero ha sido el más mortífero en los últimos dos años, ha señalado el OSDH, con un balance de 1.771 muertos, 275 de ellos civiles que se suman al medio millón de vidas que se ha cobrado la guerra desde su inicio en marzo de 2011.
Fuente; El País