Como todos los días, el cuidador de Maia llegó ayer temprano al Zoológico de Asunción. Tuvo que hacer de tripas corazón para poder trabajar donde la imponente elefanta asiática dejó un gran vacío.
Ninguno de los encargados de los tres turnos dejó de lado su labor, al menos en lo que se trata de la limpieza, contó la directora Maris Llorens.
“Son funcionarios de la Municipalidad y van a seguir ahí aunque ella ya no esté”, refirió.
El domingo fue el entierro y solo el personal del zoológico estuvo ahí.
La empresa que construye el viaducto frente al Botánico prestó la excavadora con la que depositaron a Maia en la fosa.
No hubo tiempo de hacer ninguna ceremonia emotiva, pero pronto van a plantar un árbol nativo donde la elefanta pasó casi toda su vida. En mayo van a festejar los 50 años que habría cumplido.
Los lunes de por sí son más silenciosos ahí, ya que se cierra la entrada al público, pero ayer había sobre todo tristeza. Llorens dijo que por el momento no está en los planes traer a otro animal, menos a un elefante.
¿Cierre del zoo?
Maia era una de las más mimadas, comía entre 130 y 160 kilos de comida al día: frutas, verduras, heno y pasto verde. Los animales más antiguos son ahora los tres hipopótamos y un avestruz africano.
Ayer el concejal capitalino Elvio Segovia presentó una minuta en la que propone una audiencia pública para hablar sobre la posibilidad de cerrar el zoológico, luego de las reacciones ciudadanas por el deceso de la elefanta.
Fuente; EXTRA