Padres denunciaron que se les exigió el pago de un millón y medio para pasar.

Una triste realidad es la que contrasta las condiciones en que se encuentra una comunidad indígena en la zona de Cerrito, en el ChacoParaguayo. Allí, cuatro fueron las víctimas fatales tanto del abandono y desidia estatal, como la ambición de quienes creen ser dueños de la calle, afirmó una de las líderes de la comunidad, doña Estela Ozuna.

Esta es la historia del pequeño Milciades, un niño residente de la localidad de San José en la ciudad de Benjamín Aceval, que actualmente se encuentra aislada a causa de la inundación chaqueña que afecta también al departamento de Presidente Hayes.

Don Agustín y su esposa Mariana abandonaron su hogar para trasladarse hasta Cerrito en busca de atención médica para el pequeño, quien era aquejado por una fuerte pulmonía. Seis fueron los días que el menor luchó contra la enfermedad que se fue agravando con un cuadro de diarrea y vómitos.

El médico que lo atendió solicitó el urgente traslado del niño a un hospital vía aérea, pero como no pudieron conseguir helicóptero, su situación se fue agravando cada vez más, tanto que no tuvieron de otra que intentar salvarlo mediante su traslado a través de un tractor.

El que estaba disponible pertenecía a la Comisión Ruta Ñ, pero al hacer el pedido, ellos les se negaron e incluso dijeron que debían constatar si realmente el niño estaba enfermo y con ese fin debían mandar al portero a verificar esta situación.

Ante esta negativa, los padres lograron conseguir que un vecino de la zona les preste un tractor, pero como si esto fuera poco, la Comisión de la Ruta Ñ les cerró el paso y no les dejó llegar hasta la ruta.

Ellos exigían el pago de 500.000 guaraníes por traspasar cada portón y considerando que en total existen tres portones, la multa ascendía a nada más y nada menos que la “módica” suma de G 1.500.000.

Finalmente, el niño falleció, pero la situación continúa siendo crítica. Los padres del niño afirmaron que tuvieron que quedar en la comunidad, pues tienen otra hija de 2 años. // EXTRA