La propuesta de reforma impositiva es inoportuna, consideró el exministro de Hacienda, Manuel Ferreira, ya que termina afectando a la economía, que sufre una desaceleración. Aprecia incluso un afán «depredador» antes que de justicia.
Ferreira forma también parte de la Comisión de Gastos, una de las ramificaciones de la reforma impositiva que impulsa el gobierno de Mario Abdo Benítez. El exministro cuestionó el momento y la forma en que el Ejecutivo plantea recaudar más.
«Cuando hablas de impuestos, la gente empieza a generar una duda y ante esa duda para todo lo que estaba haciendo, entonces deja de invertir, como también se están empezando a ver las empresas muy stockeadas (con mucha disponibilidad) de mercaderías. Están dejando de comprar cosas y como ven que sus ingresos están cayendo, tratan de alivianar sus costos despidiendo personal. Entonces estamos empezando a hablar de problemas serios», afirmó, a la vez de mencionar que según Aduanas, en los primeros tres meses del año cayó un 30% la importación, si es que se evalúa el ingreso de camiones.
Explicó que, a su criterio, hay incluso errores de concepto y del impacto que tendrán ciertas propuestas de aumento, como por ejemplo subir el gravamen a las motocicletas o a los teléfonos celulares.
«Hay un principio que yo siempre recalqué y que Hacienda nunca quiso poner como un principio y que me parece importante. Los impuestos no tienen que ser distorsivos, esto es un principio fundamental de hablar, porque si los impuestos generan distorsión estamos fritos», indicó el exministro y economista.
El mismo se refirió específicamente al impuesto selectivo al consumo, que incluye no solo el aumento a estos dos productos anteriormente mencionados, sino también a las bebidas alcohólicas, a las motocicletas, y otros.
«El impuesto selectivo al consumo es un impuesto en realidad busca desalentar el consumo de algo, se llama impuestos al pecado a este tipo de impuesto. ¿Porqué en un país que no te provee soluciones al transporte público vos buscas desalentar el consumo de motos, en un país donde fundimos la estatal de telecomunicaciones porque buscas desalentar el consumo teléfonos celulares si es la única forma de comunicarse, creo que hay cosas que no se están manejando bien», remarcó.
La explicación que encuentra es que el gobierno busca ciegamente recaudar más. «Lo que se está haciendo es mirar todo el tema solamente con una voracidad recaudatoria, casi como una expectativa de estado depredador, de un Estado que busca generar beneficios para los ciudadanos», dijo Ferreira, agregando por ejemplo que incluso ese tipo de medidas, en vez de desalentar el consumo, podrían disparar el contrabando.
«No vas a recaudar más por la sencilla razón que si subis el impuesto de la cerveza paraguaya la gente va a comprar cerveza de contrabando», vaticinó. // ABC Color