El consumo de cannabis medicinal ya es legal en Portugal, donde este viernes entran en vigor las reglas que dictaminan cómo debe producirse, distribuirse y venderse en las farmacias del país, que exigirán en todos los casos receta médica.
La norma que legaliza el consumo medicinal de esta planta fue aprobada en el Parlamento el pasado junio, pero carecía de la reglamentación precisa para su funcionamiento, que fue aprobada a mitad de enero y entra ahora en vigor.
Así, desde este viernes ya están claras las normas tanto para eventuales consumidores como para las empresas que decidan comercializar estos productos, siempre previa autorización de la Autoridad Nacional de Medicamentos y Productos de Salud (Infarmed).
Precisamente este viernes Infarmed lanzó un apartado especial dentro de su página web en el que explica las implicaciones de la ley que regula el consumo del cannabis medicinal, que se venderá en farmacias siempre y cuando lo haya recetado un facultativo.
El Estado portugués controlará todo el proceso, «desde el cultivo de la planta a su preparación y distribución», subraya Infarmed, para «garantizar que los productos son producidos de acuerdo con todas las buenas prácticas y requisitos aplicables» por la ley.
Se busca así asegurar que el acceso a la planta quede restringido «a casos en los que los tratamientos convencionales no produjeron los efectos esperados o provocaron efectos adversos relevantes», agrega el organismo.
La aprobación de la ley el pasado junio contó con el voto favorable de todos los partidos del hemiciclo, salvo el democristiano CDS-PP, que se abstuvo.
En enero, el Parlamento portugués rechazó dos propuestas que buscaban legalizar el cannabis para uso recreativo y que contaban con el apoyo de dos partidos de izquierda y un grupo de diputados socialistas.
Uno de lo puntos más polémicos de la iniciativa era la posibilidad de autocultivo, con un límite de seis plantas.
Portugal despenalizó la posesión de cannabis para consumo individual en 2001.
Al menos medio millón de portugueses (de una población de 10,3 millones) consume cannabis regularmente y uno de cada diez lo ha probado al menos una vez, según el último informe del Servicio de Intervención en los Comportamientos Aditivos y en las Dependencias (SICAD) luso.