El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se mostró este miércoles dispuesto a sentarse con la oposición para dialogar sobre «la paz y el futuro» del país, según dijo en una entrevista con la agencia de noticias rusa RIA Nóvosti.
«Estoy listo, con una agenda abierta, para sentarme con sectores de la oposición para hablar del bien de Venezuela, de la paz y del futuro», dijo el mandatario venezolano, después de que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se autoproclamara presidente encargado de Venezuela con el respaldo de EEUU y varios países latinoamericanos.
Maduro dijo que hay varios gobiernos que «están mostrando su preocupación sincera sobre Venezuela y han lanzado la idea de un diálogo», como México, Uruguay, Bolivia, Rusia, el Vaticano y algunos países europeos.
El presidente venezolano aseguró que en estos momentos hay «conversaciones privadas» y telefónicas entre presidentes y cancilleres, y que espera que «haya buenos resultados en las próximas horas».
Maduro se manifestó además dispuesto a dialogar con su homólogo estadounidense, Donald Trump, en «privado, en público, en EEUU, en Venezuela o donde él quiera, con una agenda abierta, todos los temas» que la Casa Blanca quiera abordar.
«Es más, estoy seguro de que si él y yo nos vemos cara a cara y hablamos, otra historia se escribirá», dijo, pero sostuvo que el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton, prohibió a Trump hablar con él.
Maduro volvió sin embargo a rechazar «ultimátum y chantajes» para que convoque elecciones presidenciales, dado que defiende la legitimidad de los comicios que se celebraron en mayo pasado, que no fueron reconocidas por la oposición, que no participó en los comicios, y por la mayor parte de la comunidad internacional.
El sábado pasado España, Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda y Portugal dieron ocho días a Maduro para que organice comicios o de lo contrario reconocerán a Guaidó.
«En Venezuela ha habido elecciones presidenciales, ha habido un resultado y si el imperialismo quiere nuevas elecciones que espere para el 2025», afirmó Maduro, quien dijo que sí «sería muy bueno» adelantar las elecciones legislativas que deben celebrarse en 2020.
«Yo estaría de acuerdo en que se adelanten, a través de un decreto de la Asamblea Nacional Constituyente, las elecciones de la Asamblea Nacional y eso sirva como válvula de escape a la tensión que el golpe de Estado imperialista le ha metido a Venezuela», sostuvo el mandatario.
El presidente de Venezuela aseguró que «Donald Trump ha dado la orden de matarme y ha dicho al Gobierno colombiano y a las mafias de la oligarquía colombiana que me maten».
Maduro, quien aseguró que de momento no se ha expedido una orden de detención contra Guaidó, prefirió por otra parte no comentar si cuenta o no con protección de guardias privados rusos, al afirmar que «no puede decirlo».
En cuanto a las Fuerzas Armadas de Venezuela y la cuestión de si mantendrán su lealtad a Maduro, el presidente aseguró que éstas «van a dar una lección de moral, lealtad y de disciplina al imperio del norte y a la derecha fascista de Venezuela».
Calificó a su vez de «infantil» y de «payasada» los apuntes de Bolton en una libreta sobre el eventual envío de ‘5.000 soldados a Colombia'» y acusó a EEUU de querer «apoderarse del petróleo de Venezuela», tras imponer Washington sanciones a la petrolera estatal Pdvsa y su filial en Estados Unidos, Citgo.
Maduro dijo que la economía venezolana atraviesa un período de «recuperación crítica», y aseguró pagará las deudas contraídas con China y Rusia, dos de sus principales aliados.