El juez Humberto Otazú reiteró ayer a la Interpol la orden de captura internacional que pesa sobre Darío Messer, su hijo Dan Wolf Messer, Juan Pablo Jiménez Viveros e Ilan Grispun, imputados por lavado de dinero y asociación criminal.
El magistrado penal de garantías reiteró al referido departamento de la Policía Nacional, que sigue vigente la resolución de fecha 16 de mayo de este año por la cual se decretó la rebeldía y captura de Darío Messer, de su hijo Dan Wolf, de Juan Pablo Jiménez Viveros e Ilan Grispun.
Por ello remitió un oficio recordando que en caso de la detención de los mismos en el extranjero, debe ser comunicado al juzgado para la emisión de los recaudos legales por la vía diplomática para la extradición. Hasta el momento sus abogados siguen argumentando para no presentarlo, la falta de acceso a la carpeta de investigación. En la fiscalía sostienen la postura de no dar copias de la carpeta debido a que Messer se encuentra prófugo y no puede litigar desde la clandestinidad.
Con respecto al paradero del citado “hermano del alma” del expresidente de la República Horacio Cartes, hace unas semanas el ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, había manifestado que de acuerdo con informes de inteligencia de la Policía Nacional, el brasileño Darío Messer ya no estaría en Paraguay. Sin embargo, hasta el momento esa información no fue comunicada al juzgado.
Messer también está prófugo en el Brasil, donde es considerado el “doleiro de doleiros” (cambista de cambistas) por su implicancia en el lavado de dinero de la corrupción detectada en el marco de la investigación conocida como “Lava Jato”.
Darío Messer soporta proceso en nuestro país por lavado de dinero y asociación criminal, al igual que su hijo Dan Wolf, su exadministrador de empresas Grispun, y el primo del expresidente, Jiménez Viveros.
Los fiscales René Fernández y Liliana Alcaraz indicaron en su imputación que Messer y sus socios utilizaron fondos provenientes de sobornos (coimas) y de asociaciones criminales cometidas en el Brasil, con lo cual armaron cuatro empresas que movieron US$ 40 millones entre el 2014 y 2016.
Las firmas involucradas son Chai SA, Pegasus Inversiones SA, Matrix Realty SA y Gramonte SA, según la imputación.