Eunice Armoa y Clara Cáceres son las jóvenes mujeres que por quinta vez consecutiva llegaron hasta Limpio para exponer la producción en forma directa a los consumidores, dejando atrás la figura del intermediario.
La iniciativa de esta actividad surge mediante gestión articulada por el Ministerio de Agricultura y Ganadería a través de la Dirección de Comercialización y la Dirección de Género y Juventud Rural, con el apoyo del Abasto Norte; que brinda un espacio de forma gratuita a estas productoras.
Con la venta de este volumen de frutilla se está beneficiando a más de 60 familias del departamento de Caaguazú.
Estas productoras aseguran que todavía es posible vivir dignamente de la agricultura familiar, que simplemente hay que apostar a la misma y luchar por los sueños e ideales. Ellas afirman que según sus padres es la primera vez en 30 años que alcanzan esta ganancia.