Cuatro agentes policiales, entre ellos el jefe de la Comisaría 1ª de Ciudad del Este, con grado de comisario, quedaron detenidos por despojar de 2.000 reales a un turista brasileño. Los agentes ya están imputados, informó la fiscala Estela Ramírez.

La agente fiscal Estela Ramírez manifestó que el turista brasileño fue hasta el Diario Vanguardia porque ya no confiaba en la Policía y que el Ministerio Público, tras tener conocimiento del caso, procedió a allanar la Comisaría 1ª de Ciudad del Este, en donde se encontró el dinero del turista en la riñonera del jefe policial.

La víctima del despojo es un brasileño de 26 años, identificado como Guilherme (pidió la reserva de su apellido, por motivos familiares). El joven contó a los periodistas del Diario Vanguardia que ayer a la mañana llegó a Ciudad del Este para comprar electrónicos y trajo consigo unos 12.500 reales, que al cambio local serían unos G. 18.000.000.

Dijo que, una vez en la zona comercial, se le acercó un distribuidor de panfletos, más conocidos como “pirañitas”, y le ofreció celulares Iphone 10, al ventajoso precio de 1.000 reales cada uno. Lo condujo hasta un local del shopping Whu y allí fue atendido por otras personas. Acordaron la compra de 11 aparatos. El turista entregó 10.500 reales. Le dijeron que los aparatos se los iban a entregar en otro local y, acompañado de uno de los responsables de la tienda, salieron para tomar la mercadería.

EL DESPOJO

A dos cuadras del local comercial ya fue detenido por dos policías, ambos uniformados, pero en un vehículo particular. Los agentes le dijeron que su acompañante (el joven de la tienda) tenía un arma en la mochila y que el turista brasileño quedaba detenido por ser el comprador. Lo llevaron hasta la Comisaría 1ª, lo desnudaron y le quitaron los 2.000 reales que le restaban, pero cuando el extranjero les dijo que era hijo de un policía federal, lo subieron a otro rodado y le soltaron en la zona céntrica.

«El joven, asustado, conversó con un mototaxista, quien le acercó hasta el Diario Vanguardia y los periodistas lo llevaron hasta la sede del Ministerio Público. Luego, la fiscala de turno, Estela Ramírez, acompañada del juez penal de garantías Carlos Vera, allanaron la Comisaría 1ª», manifestó el periodista Nelson Zapata, jefe del Diario Vanguardia.

DINERO EN COMISARÍA

En el despacho del jefe de la dependencia, comisario Gustavo Vera, encontraron un bolso con G. 7.800.000, 200 reales y 200 dólares norteamericanos. El jefe policial en todo momento se negó a entregar su billetera, donde tendría más dinero en efectivo, y fue detenido.

Igualmente, fueron detenidos como sospechosos Adolfo Fernández, Armando Sanabria y Víctor David Sanabria Gauto. Este último fue reconocido plenamente por la víctima como uno de los policías involucrados en la extorsión.

Luego, la misma comitiva se constituyó en el local donde el brasileño acordó la compra de los celulares, en la planta baja del shopping Whu. «El brasileño reconoció el calabozo donde lo tenían, también el local comercial que allanamos; incluso, reconoció a uno de los agentes policiales», dijo la agente fiscal.

Explicó además que, tras el allanamiento del local comercial, se descubrió que el lugar era un montaje para perpetrar los ilícitos y que tenía a la venta solo productos como mochilas, tapetes y frazadas.

Encontraron varias llamativas anotaciones, como cantidad y monto de dinero sobre venta de armas y celulares «truchos». Además, se encontró una caja bien cerrada de lo que supuestamente era un aparato de radio Walkie Talkie. Sin embargo, al abrir encontraron que solo tenía un paquete de polvo para cerámica.

De esta forma acostumbran a estafar a los turistas: vendiéndoles cajas vacías sin los aparatos que supuestamente están comprando. Todos los documentos y los aparatos de circuito cerrado se incautaron como evidencias.

La agente fiscal manifestó que los uniformados ya están imputados y guardan reclusión en la Jefatura Policial de Alto Paraná. Explicó además que se está montando guardia en el local comercial para detener también a los cómplices de los agentes policiales, pues se cree que hay una «asociación para delinquir» entre los policías y los comerciantes para desplumar a los turistas incautos.