En medio de la audiencia preliminar por un caso de tortura a dos expolicías, el fiscal Fabián Centurión se vio obligado por una de las partes a confesar que la prueba que fue cabeza del proceso se perdió y que nunca denunció el hecho. La querella cuenta con una copia “autenticada” que se puede usar de prueba. Nuestro diario también tiene.
La abogada María Isabel Candia, defensora del excomisario Merardo Palacios, fue la que denunció al juez Gustavo Amarilla, en medio de la audiencia preliminar, que en el expediente no está agregado el libro de novedades de la Marina, que fue la prueba fundamental para la apertura del proceso por torturas contra el comisario Alfredo Cáceres y el oficial Jorge López, ocurrido en mayo del 2000.
Los dos uniformados denunciaron que una comitiva encabezada por Walter Bower, los excomisarios Merardo Palacios y Basilio Pavón (ya fallecido) y Osvaldo Vera, entre otros, ingresaron a la sede de la Armada para lograr que ambos confesaran, a base de tortura, que estuvieron involucrados en un frustrado golpe de Estado contra el gobierno de Luis González Machi.
El diario ABC Color tuvo acceso al libro de novedades de la unidad castrense que confirmaba el ingreso de una comitiva presidida por Bower a la Marina. En julio de 2000 se hizo entrega del documento, bajo escribanía, a los fiscales Amílcar Ayala y Fabián Centurión.
En medio de la audiencia preliminar, que se está llevando después de 18 años debido a las innumerables chicanas que presentaron los acusados, la abogada Candia denunció que en el expediente faltan algunas pruebas que la fiscalía quiere introducir, entre ellas, el libro de novedades de la Marina.
El juez Amarilla le consultó al fiscal Centurión, y el agente trató de desviar el tema diciendo que se entregó en su momento, por lo que el magistrado ordenó que se verificara.
De esta forma, el juez constató que la prueba nunca se remitió a su juzgado, así como tampoco a los otros jueces que anteriormente, a lo largo de casi dos décadas, tuvieron el caso.
El documento debió ser entregado junto al escrito de acusación presentado en febrero de 2001. Lo único que obra en poder del juez Amarilla son seis tomos de expedientes y otros dos de la carpeta fiscal.
Finalmente, Centurión se vio obligado a admitir que esos documentos no se encuentran agregados al expediente. Sin embargo, intentó deslindar responsabilidades alegando que su excolega Amílcar Ayala era el que tenía a su cargo esas pruebas.
El abogado querellante, Rolando Alum, representante de Cáceres, cuenta con una copia autenticada, que se agregó con la querella. Este documento servirá para probar que Bower ingresó a la Marina, en donde fueron torturados los policías.
Nuestro diario también cuenta con una copia autenticada de dicho documento y está a disposición de la fiscalía y el juzgado.
El lunes, a las 9:00, sigue la audiencia preliminar.