El programa de alimentación escolar que se lleva a cabo a través de municipios y gobernaciones, aún no llega a destino como debe ser, se sigue negociando con el estómago de los más vulnerables, niños en etapa escolar.
Y no sólo se negocia en detrimento del estómago, sino el futuro y educación de un país entero. La provisión de almuerzo escolar, actualmente se ve como un favor de parte de gobernaciones y municipios, cuando que realidad es una obligación que debe ser satisfecha cada vez de una mejor manera.
Tras el informe que arrojó la Auditoría General del Poder Ejecutivo, se evidenció que las empresas “amigas” que fueron contratadas para la provisión de almuerzo escolar en el Departamento de Caaguazú, contratada por la Gobernación, no reúnen las condiciones necesarias, pues habrían falsificado ciertos documentos para avalar su capacidad y solvencia económica para honrar la venta.
Y no se trata de meros trámites, no hace falta hacer demasiados cálculos para entender el motivo por el cual generalmente las provisiones son interrumpidas, en algunos casos por días, semanas e incluso meses, claro, teniendo en cuenta que en el caso de la Empresa Campo Verde S.A, propiedad de Rodolfo Méndez, no tiene la capacidad de abastecer a 14 mil niños.
Menos aún si consideramos el porcentaje de “comisión” que se llevaría la cabeza de la institución a su turno. Los favores se pagan, y la moneda de pago a la fidelidad, y “apoyo” en época de campaña política se convierte en el futuro de los niños.
Es una dolorosa realidad el hecho de que haya niños que asisten a la escuela motivados por la certeza de que recibirán alimentos, quizá los únicos en el día, debido a que sus familias son muy pobres, hablamos de uno de los departamentos más pobres del país.
Lamentablemente los alimentos que deben servir como motor para que alumnos se llenen de energía para aguantar activamente 5 a 6 horas de aprendizaje y aprovecharlas correctamente, van a parar en forma de favores al estómago de verdaderos buitres del estado movidos por la corrupción e impunidad reinante.