La senadora Desirée Masi reveló que uno de los legisladores de la bancada del PDP recibió la oferta de USD 1.000.000 para apoyar el proyecto de enmienda constitucional del 31M, y así facilitar la reelección presidencial.
Masi refirió que el legislador debe ser sometido a una cirugía de trasplante de médula, cuyo costo ronda los USD 1.500.000 en el exterior del país. Dato que, de acuerdo a su versión, era manejado por sus colegas del Congreso.
La senadora no dio nombres de las personas que realizaron el ofrecimiento, tan solo afirmó que son allegadas al presidente Horacio Cartes. Seguidamente, manifestó que el PDP «es el único partido que nunca transó con la mafia».
Críticas
En la ocasión también criticó al grupo encabezado por Fidel Zavala, candidato a senador por Patria Querida, por supuestamente respaldar la gestión del actual mandatario tratando de aminorar las constantes críticas hacia el Gobierno.
«En cada secuestro, cuando se cuestiona la seguridad y la efectividad de la Fuerza de Tarea Conjunta, recibíamos llamadas de todos ellos para que aminoremos la crítica a Cartes porque eso sería hacerle propaganda al EPP», rememoró.
Además, cuestionó lo expresado por el candidato durante los hechos acontecidos el 31 de marzo del 2017 en el Congreso.
«Cuando se estaba incendiando el Congreso, lo escucho en la asamblea del BID, donde dice cómo dos bandos que no fueron capaces de solucionar sus problemas, vienen a dar esta imagen del país. Igualó ambos bandos, y los dos somos totalmente diferentes», alegó.
La legisladora dijo dudar de cual sería la postura de Patria Querida cuando Cartes entre al senado.
Celos en la bancada colorada
Masi comentó que la intención de Cartes en colocar a Alicia Pucheta en la silla presidencial generó controversias en la bancada colorada, debido a que existen muchos parlamentarios que desean ocupar el cargo.
Finalmente, la senadora ratificó su postura sobre la apatía electoral y reiteró que, por el contrario, ve a muchos jóvenes involucrados, especialmente en el interior del país.
«Existe un hastío e indignación de la ciudadanía hacia la clase política tradicional, pero no una apatía», sentenció.
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