Francisco Javier Díaz Verón se enfoca en que Salty River SA como tal no es dueña de la procesadora de tripas y no rinde cuentas de cómo hizo su esposa, María Selva Morínigo, para integrar una sociedad de G. 2.000 millones con un 25% de las acciones. Se desentendió de los aportes que hizo la mujer y dijo “que ella deberá responder en su momento”.
En vez de aclarar los orígenes de los millonarios bienes que acumuló y mantiene su familia que arrastra una crisis financiera con demandas e inhibiciones encima, el fiscal general del Estado se enfoca que su esposa está en una sociedad y no en otra directamente relacionada a la procesadora.
Ayer apareció nuevamente en televisión y Díaz Verón se ocupó de explicar sobre su esposa María Selva Morínigo que Salty River SA no es dueña de la procesadora de tripas, sino una de las firmas que integran esta sociedad. Ignoró responder sobre los orígenes del capital de la mujer para ser accionista de la citada compañía creada con G. 2.000 millones.
“Ella va a responder en su momento”, refirió desentendiéndose del tema y de los demás bienes que se les atribuye. (Ver infografía).
El fiscal se declaró “inocente” en la investigación que le realiza su subalterna Yolanda Portillo por supuesto enriquecimiento ilícito, resumió. Redujo su patrimonio a dos terrenos de G. 20 millones en San Bernardino, un departamento de G. 150 millones en zona del Mercado 4 y dos inmuebles adquiridos por G. 112 millones y G. 300 millones en el barrio San Vicente por parte de su esposa. Así también mencionó que solo tiene dos vehículos.
Díaz Verón sigue tirando el fardo a Lagunitas SA, sociedad familiar de su esposa, como afortunados administradores e inversionistas de la infraestructura modelo que hay en la estancia de 8.000 hectáreas ubicada en el Chaco. Sin embargo, tanto su suegra María Selva Apolonia Vargas, presidente de la firma, como sus cuñados Zenón Morínigo (vicepresidente) y Guillermo Enrique Morínigo (accionista) están llenos de deudas y arrastran varias demandas por morosidad, figuran hasta hipoteca de inmueble en banco.
La suegra del fiscal incluso cuenta con antecedente por estafa y emisión de cheques sin fondo.
Es decir, la situación de la familia de la esposa del fiscal no condice con la prosperidad económica que Díaz Verón intenta hacer creer para desmarcarse de la situación. En paralelo a la misteriosa receta que aplicaron, la familia no escatima en lujos, derrochando en fiestas, vacaciones, etc.
Fuente ABC color.