Llegan las vacaciones y otra vez tenemos que organizarnos para establecer una nueva rutina en el hogar que agrade a ‘griegos y a troyanos’. Sin colegio y sin sus respectivas actividades extraescolares, los niños estarán más en casa. Y si la familia, por motivos particulares, decide que no puede salir de viaje, las vacaciones darán un vuelco en la agenda de la familia. ¿Qué hacer con los niños?
Aunque parezca que las vacaciones no son como tal sin un viaje, no es así. Se puede pasar unas buenas vacaciones con los niños sin tener que salir de casa.
Muchas familias, principalmente por motivos económicos, prefieren ‘sacrificar’ las vacaciones y optar por viajar en otras épocas en las que tanto los billetes, de avión, tren o autocar, y los hoteles, son más baratos. Las familias que no pueden dejar a sus hijos con algún familiar, deciden apuntarlos a un campamento ni que sea sólo por una o dos semanitas, mas que nada para que los padres puedan seguir trabajando mientras sus hijos puedan divertirse con otros niños.
Cuando todos, niños y padres, coincidan en casa en las vacaciones, existen un montón que actividades que pueden disfrutar juntos, como por ejemplo:
1. Hacer una agenda para las vacaciones. Días para ir a la piscina, para ir al cine, para pintar, hacer manualidades, hacer jardinería, para cocinar o ir a visitar a algún amigo o familiar.
2. Hacer un menú divertido para las comidas en familia. Ya que están todos juntos, que cada uno elija un menú en el que todos (o casi todos) puedan involucrarse.
3. Dividir las tareas durante la semana: por la mañana deberes escolares (si el niño lo tiene), y por la tarde, actividades caseras.
4. Importante: si los niños están de vacaciones, sus padres también lo están. Así que las tareas del hogar deben ser compartidas entre todos. Definir las tareas para cada uno.
5. Reservar los fines de semana para un paseo fuera de casa, para un picnic en el campo, un paseo en bicicleta, ver o jugar a un partido de fútbol, un encuentro con otras familias, etc.
6. Anima a los niños a jugar a simular situaciones en las que a ellos les gustaría estar. Por ejemplo, jugar a estar en un avión, o en un tren, incluso en una alfombra mágica. Los niños tienen una imaginación privilegiada y seguro que montarán muchísimas historias.
7. Propongan a los niños que tengan el día de ‘todo es permitido’. En este día, no se hace nada en casa, no se hace las camas, no se hace desayuno, comida ni cena. Un día de libertad para todos.
En vacaciones, la tendencia es que a los niños se les permitan que se vayan a la cama más tarde, que se despierten y se levanten tarde por las mañanas, que se queden viendo la televisión por más tiempo, y a un sinfín de cositas más. Claro que después de un año repleto de quehaceres, es normal que ellos demanden y tengan derecho a ello. Unas vacaciones en casa deben ser vistas de una forma positiva. Tener a los niños en casa representa algo más de trabajo, pero también es divertido tener todo el tiempo para estar con ellos, conocerlos más, aprender con ellos. Algo que seguro recordarán con mucho cariño.