De los 11 adolescentes heridos durante el incendio en el Centro Educativo Integral de Adolescentes en Ciudad del Este, cinco siguen graves pero estables, en terapia intensiva del Centro del Quemado, a excepción de uno cuyo estado se va complicando.
Visiblemente consternado por la tragedia, don Alfredo Sánchez, oriundo de Hernandarias, monta guardia en el Centro Nacional del Quemado a la espera de novedades acerca del estado de su hijo. De acuerdo a una conversación con el médico tratante, le confirmó que su hijo sigue en grave estado a causa de quemaduras de tercer grado en varias partes del cuerpo.
La tragedia golpea doblemente a la familia, puesto a que al incendio durante el motín, se suma el hecho de el menor no estaba procesado y no tenía condena, sino que fue enviado al Centro Educativo por problemas de adicción a las drogas, informó Víctor Ruíz, periodista de ABC Color.
Generalmente las familias de escasos recursos que buscan una salida para los hijos con problemas de esta naturaleza, no tienen otra opción que enviarlos a Centros Educativos, a la espera de una solución.
Sin embargo estos establecimientos se vive un ambiente mayormente hostil, con frecuentes denuncias de malos tratos y hasta torturas, factores que conspiran severamente en los planes de reinserción de un menor infractor.
Aníbal Cabrera, director de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA), opinó que la internación directa de los menores en centros educativos no es la salida de ninguna manera, pues, a su juicio, estos centros realmente “son cárceles en donde hay supuestos educadores que en realidad son guardiacárceles” y los menores, en lugar de recibir educación, reciben maltratos./Abc.