El debate sobre la posibilidad de declarar feriados tras las fiestas de fin de año genera una diferencia entre trabajadores y empresarios. Mientras los sindicatos consideran que la medida favorecerá a las familias y ayudará a dinamizar la economía en el interior, el sector privado advierte sobre el impacto negativo en los costos y la competitividad.

Mirta Arias, presidenta de la Central Unitaria de Trabajadores, afirmó que el mejor escenario sería declarar feriados tanto el 26 de diciembre como el 2 de enero, aunque destacó que el 26 es el más factible por la dinámica de viajes y reencuentros familiares.

En charla con Unicanal, la trabajadora sostuvo que el feriado posterior a Navidad beneficiará directamente a miles de familias que viajan al interior y enfrentan complicaciones por el transporte y los tiempos de retorno. “Los trabajadores podrán estar con sus familias sin la presión de volver rápido. La Navidad es una fecha profundamente familiar”, señaló.

La dirigente también aseguró que la medida activará la economía en las distintas ciudades del país. “La gente cobra su aguinaldo y va al interior a pasar con sus seres queridos. Allí hará sus compras. Será algo positivo para las economías locales”, destacó.

En contrapartida, los empresarios y comerciantes no están para nada a favor de la posible medida. En ese sentido, la Cámara Nacional de Comercio y Servicios del Paraguay (CNCSP) expresó su preocupación por la posible declaración de feriado tanto el 26 de diciembre como el 2 de enero, argumentando que la medida tendría un impacto directo en la actividad económica.

El gremio advierte que nuevos feriados implican incremento de costos laborales, especialmente para mipymes, afectación a la continuidad operativa de sectores que dependen de planificación anual estricta, interrupciones en la cadena de abastecimiento y en la prestación de servicios, menor previsibilidad normativa, clave para la inversión y la estabilidad empresarial.

La CNCSP sostuvo que comprende la importancia de las festividades, pero considera que sumar feriados no es compatible con los objetivos de fortalecer la economía, generar empleo y mantener la competitividad del país. Solicitó que cualquier decisión se tome con criterios de responsabilidad, previsibilidad y protección de la productividad.

Mientras los trabajadores defienden el impacto social y humano del feriado, los empresarios alertan por sus efectos económicos. El Gobierno aún debe definir si avanzará o no con la medida que ya polariza opiniones.

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